Susto mayúsculo el que se llevaron ayer noche vecinos y viandantes de la zona del muelle del Fonduco del puerto de Maó, pasada Cala Figuera, en la parte que pertenece al término municipal de Es Castell. Según informan fuentes municipales, entre las 21.30 horas y las 22 horas varias rocas de gran tamaño se desprendieron del acantilado, provocando un gran estruendo y obligando a actuar rápidamente a la Policía Local y los Bomberos, que apartaron los materiales desprendidos para permitir la circulación y a acordonar la zona para garantizar la seguridad.
Desde el Ayuntamiento de Es Castell destacan que no ha habido que lamentar daños materiales ni personales, al haberse producido el incidente en un punto sin edificaciones y por el que, afortunadamente, en esos momentos no pasaban ni peatones ni vehículos. Hoy está prevista una reunión entre el Ayuntamiento, Autoridad Portuaria de Balears (APB) y la propiedad de la finca para abordar la situación de este tramo del acantilado y las actuaciones a ejecutar para evitar que vuelva a suceder ante el gran riesgo que la situación implica para los transeúntes.
Este nuevo desprendimiento ha vuelto a poner en evidencia el mal estado que presentan en varios puntos los acantilados del puerto de Maó. El mes de noviembre del año pasado el estado del acantilado volvió a ser noticia por el desprendimiento de rocas de gran tamaño encima de locales del Moll de Ponent del la zona de Maó.
No es nada nuevo, en los acantilados de Menorca siempre ha habido desprendimientos de piedras. Y no es es por masificación ni por demasiado peso en la Isla. Lo de los "Tres peus" como chiste, vale.