«Israel no quiere mártires de la causa palestina, así que los dos menorquines serán deportados con la máxima celeridad. Casi con toda seguridad les prohibirán la entrada al país y les quedarán antecedentes policiales por su activismo político», ha explicado un mando policial con amplias nociones en geopolítica a «Es Diari».
La fuente añade que es muy importante remarcar que el abordaje de la flotilla se llevó a cabo «en aguas internacionales», lo que supone que legalmente Israel no puede acusarlos de entrar ilícitamente en su territorio.
Traslado forzoso
Además, el traslado desde los barcos hasta el puerto israelí de Ashdod fue forzoso, porque los activistas no ofrecieron resistencia, pero tampoco estuvieron conformes en ser retenidos por los comandos israelíes.
Otro detalle es que los integrantes de la flotilla se han deshecho de sus teléfonos móviles y los han arrojado en alta mar, para evitar que caigan en manos del Mossad y, tras ser desbloqueados, se extraiga información de con quién han estado en contacto este último mes de travesía.
Desde 2007 hay un bloqueo naval de la franja de Gaza, ordenado por el Gobierno israelí, por lo que cualquier embarcación que se dirige a ese enclave puede ser interceptada, según los ministros de Netanyahu. Numerosas voces internacionales han advertido que este principio es falso y que, en consecuencia, la detención de los activistas habría sido ilegal.
Los dos menorquines, así como el resto del grupo, serán acusados por un tribunal especial de la prisión de Ketziot, pero las posibilidades de que se nieguen a ser deportadas es remota, «porque Israel no tiene el menor interés en convertirlas en mártires y quiere que salgan cuanto antes del país». Tampoco se descarta que algunos de los barcos de la Flotilla sean hundidos.
Detenidos y en prisión
Las últimas informaciones apuntan a que un total de 473 tripulantes de la Global Sumud Flotilla han sido detenidos por las autoridades israelíes y trasladados a la prisión de Saharonim, en el desierto del Neguev, en el sur de Israel, desde donde previsiblemente serán deportados a sus países. Durante su detención, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, acudió al lugar, según muestra un vídeo que circula en redes sociales, y los acusa de ser «terroristas» y de «apoyar el terrorismo». En las imágenes también se ve al ministro accediendo a uno de los barcos de la flotilla denunciando el «desorden» resultado de una supuesta «gran fiesta» a bordo. Organizaciones de derechos humanos y observadores internacionales piden transparencia sobre el trato a los detenidos.
es negatius son perque no vols que se sapi sa veritat?