El presidente de la Asociación de Empresas de la Construcción y Promotores de Menorca, adscrita a PIME, Josep Olives, señala la falta de personal como un mal endémico que se agrava para el sector a medida que los profesionales más veteranos se jubilan. Explica que la cuestión se enfrenta a todo tipo de obstáculos: existe mano de obra extranjera interesada en trabajar, pero los trámites para regularizar su situación se dilatan de forma excesiva, «cuando deberían ser automáticos», apunta. A ello se suma la dificultad de encontrar vivienda para alojarse, lo que frustra cualquier posible solución.
En cuanto a la lentitud en la concesión de licencias, la patronal aplaude y respalda los anuncios de algunas administraciones de adoptar medidas contundentes para agilizar los trámites y desatascar el departamento. No obstante, Olives advierte de que este desbloqueo debe hacerse de forma planificada, ya que «podría generar un nuevo colapso, los constructores no podrán asumir de golpe todos los proyectos pendientes de licencia».
Normativas municipales
El presidente también subraya la necesidad de actualizar las normativas municipales sobre ruidos y vibraciones en la vía pública, adaptándolas a los horarios actuales tanto de la sociedad como de las empresas proveedoras del sector. Varias constructoras han intentado implantar la jornada continuada y a raíz de los horarios establecidos en las ordenanzas municipales se ven obligadas a detener su actividad afectando ello directamente a la productividad de la empresa.
Pese a estos retos, Olives confirma el buen momento del sector. Destaca el aumento de proyectos, visados, lo que confirma la continuidad de la actividad constructora hasta dentro de dos años. «Cada vez somos menos empresas, porque no hay relevo generacional, pero precisamente por eso no debería faltar trabajo a quienes seguimos apostando por la profesionalidad y la calidad», señala.
Asimismo, destaca la intensa actividad del Laboratorio Pimelab, que ha tenido que ampliar equipos técnicos y personal ante el incremento de la demanda.
Con respecto a la complicada situación de la vivienda en Menorca, Olives explica que algunos constructores han optado por autopromocionar sus propios proyectos, una práctica que antaño era habitual en la Isla. Considera que estos proyectos plurifamiliares «deberían tener prioridad en la tramitación» y subraya que, dada la magnitud del problema habitacional, «la Administración debería liderar la promoción de nuevas viviendas a precios asequibles para los ciudadanos».
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