La falta de médicos, las dificultades para completar las plantillas y el retraso en la reconversión del antiguo hospital Verge del Toro en un centro sociosanitario están impidiendo cubrir las necesidades de Menorca en materia de cuidados paliativos. Así lo aseguró Josep Borràs, médico paliativista y coordinador de Atención Paliativa en el Área de Salud de Menorca, durante un acto celebrado el martes en el Ateneu de Maó, organizado por la Societat Balear de Cures Pal·liatives.
Falta de recursos
En Menorca se estima que alrededor del 1 por ciento de la población —unas 1.000 personas— tiene necesidades paliativas, aunque solo los casos considerados de nivel tres se derivan a un equipo de atención paliativa especializada. Para cubrir esta demanda, en 2022 se puso en marcha una unidad de cuidados paliativos compuesta por tres médicos, tres enfermeras y un psicólogo, con el objetivo de ofrecer atención durante 12 horas al día, los siete días de la semana. La unidad se divide en un equipo de atención hospitalaria y otro de atención domiciliaria, y en 2024 atendió a un total de 213 personas.
La estancia media en el programa ha aumentado hasta alcanzar los 110 días, impulsada por el incremento de pacientes no oncológicos.
Sin embargo, el trabajo de este equipo, ya de por sí insuficiente para atender a la población de la Isla, se ve lastrada por la falta, desde hace dos años, de uno de los médicos que lo conforman, lo que impide cumplir con los objetivos marcados. Esto implica, por ejemplo, que no se esté pudiendo dar el servicio de guardia de fines de semana y festivos.
En este sentido, Borràs subrayó que es necesario y urgente completar la plantilla para poder ampliar nuevamente la atención. Además, señaló que, a largo plazo, se debe crear una unidad estructural de cuidados paliativos con un equipo mucho más amplio, que permita ofrecer atención las 24 horas del día, todos los días de la semana.
Estas carencias obligan a que los pacientes con necesidades paliativas ingresen en las plantas del Hospital Mateu Orfila donde haya camas disponibles. «El final de la vida siempre se produce en una habitación individual, pero actualmente no contamos con camas específicas para cuidados paliativos, y también hacen falta camas de media y larga estancia», destacó Borràs.
Otra de las preocupaciones del equipo de cuidados paliativos es que, a pesar de los avances, alrededor del 80 por ciento de los pacientes mueren sedados en el hospital, lo que refleja la necesidad de mejorar la atención a domicilio y preparar mejor a las familias para que las personas puedan morir en su casa.
Reforma del Verge del Toro
Un aspecto clave para mejorar los cuidados paliativos en Menorca es el antiguo hospital Verge del Toro de Maó, que fue designado para convertirse en un centro sociosanitario con camas específicas para cuidados paliativos. Sin embargo, las obras para su reconversión se encuentran paralizadas debido a las deficiencias estructurales que se han detectado, lo que retrasa la posibilidad de ofrecer una atención más especializada y adecuada a los pacientes.
Borràs también lamenta que a los problemas específicos para cubrir la plantilla en la Isla, debido a la doble insularidad y al aumento desmesurado de los precios de la vivienda, se sume el hecho de que en España actualmente se están formando pocos médicos en relación con las necesidades del país. Además, muchos de ellos terminan marchándose a otros países que ofrecen mejores condiciones, con lo que resulta muy complicado encontrar a profesionales, especialmente en lugares como Menorca.
Por ello, el déficit en materia de cuidados paliativos no es exclusivo de la Isla, ya que, pese a los avances, en España más de 80.000 personas mueren cada año con sufrimiento, debido a la falta de acceso a este tipo de atención, según explicó María Victoria Fradera, miembro de la junta directiva de la Societat Balear de Cures Pal·liatives.
Esto se debe, principalmente, a la escasez de recursos y unidades especializadas que puedan atender adecuadamente a los pacientes. Aunque cerca de 4.000 profesionales trabajan en este ámbito en todo el país, y existen alrededor de 500 equipos específicos de cuidados paliativos, estos aún no llegan al estándar recomendado por la Asociación Europea de Cuidados Paliativos.
En estos momentos, España cuenta con una media de 0,6 unidades de cuidados paliativos por cada 100.000 habitantes, cuando la recomendación es tener al menos dos: una hospitalaria y otra domiciliaria, operativas los 365 días del año y 24 horas al día. Sin embargo, la cobertura todavía es limitada y muchos pacientes no reciben la atención que necesitan.
Ese edificio no sirve ni para grabar una película de miedo, que lo demuelan y vendan el solar para recuperar el despilfarro de dinero que han invertido.