Al filo de la navaja, con la concesión a punto de caducar, el consejo de administración de Autoridad Portuaria ha dado luz verde al nuevo concurso que decidirá quién gestiona los amarres del Club Marítimo de Mahón en los próximos 30 años. La entidad los recuperó de forma provisional en 2022 y, desde entonces, ha estado a la espera de poder optar a una concesión a largo plazo.
Ese momento ha llegado. APB ha diseñado unas bases que se alinean con la actividad deportiva y social del club, pero formalmente depende del resultado de un concurso público. Esta vez la adjudicación no se decidirá por dinero: los aspirantes no podrán ofrecer un canon mayor del fijado para evitar que haya especulación en las ofertas.
El acuerdo del consejo de administración rechaza la obtención de «ingresos extraordinarios» por este concurso y dará mayor peso en la puntuación a la oferta que más invierta en actividades deportivas —concretamente las federadas de vela y piragüismo— y en su formación.
Al establecer una tasa anual inamovible por la ocupación del dominio público portuario, el concurso elimina el riesgo de que otra empresa distinta al Club Marítimo se lleve el gato al agua a cambio de prometer más dinero. No debe repetirse, por tanto, lo sucedido en 2008, cuando los amarres acabaron en manos de Trapsayates.
La concesión, por un periodo máximo de 30 años, abarca una superficie de 22.000 metros cuadrados, ampliable a 29.000, entre lámina de agua y superficie en tierra, que van de la Punta del Rellotge a la explanada de Cala Figuera. Una zona que hoy dispone de 165 amarres para embarcaciones medianas y pequeñas.
Con 75 barcas pequeñas
Tras el nuevo concurso deberán reservarse un mínimo de 75 puntos de atraque para barcas menores de 8 metros, de las cuales ocho serán de vela latina, y no más del 20 por ciento para barcas y yates de más de doce metros. También se dará preferencia a los amarres de base, que pagarán un precio limitado.
Será obligatorio ofrecer una escuela de vela y piragüismo, organizar competiciones deportivas y programas de tecnificación y apoyo a deportistas, entre otros requisitos sociales y educativos, como un calendario de regatas validadas por la federación autonómica y nacional.
A los pequeños amarristas que nos Zurzan Los chorizos de la Autoridad Portuaria unicamente quieren hacer caja y les importa un bledo los menorquines y sus barcas