El último informe anual de la Estrategia de Conservación de la Biodiversidad de la Reserva de la Biosfera de Menorca confirma el llamado ‘efecto oasis menorquín’, que hace que especies que en otros puntos de Europa están en declive mantengan en la Isla poblaciones estables y en buen estado de conservación.
Es el caso, apunta el informe de 2024, del milano real, la lagartija balear, la tortuga mediterránea y el galápago europeo. También se han detectado tendencias regresivas en mariposas diurnas, murciélagos cavernícolas, cormoranes y la pardela balear, lo que refuerza la necesidad de mantener la vigilancia y el trabajo técnico de campo, indicaron ayer los responsables del informe.
Actualmente y tras diez años de estrategia, se hace un seguimiento específico a 326 especies de los hábitats de Menorca en 23 proyectos diferentes. Se dispone de series temporales de más de 30 años, lo que permite detectar variaciones poblacionales y analizar tendencias con una perspectiva ecológica a largo plazo.
Plantas invasoras
En el último año, se han retirado 55 toneladas de plantas invasoras, se han impulsado diversas campañas de sensibilización y se ha elaborado una guía de especies invasoras de la Reserva de Biosfera.
Además, informa el Consell, se han equipado con emisores GPS 22 ejemplares de milano real y cinco de miloca, en el marco de un programa de protección de aves rapaces amenazadas. Se han controlado 50 puntos de reproducción de la rana meridional y el sapo balear y se ha garantizado la aportación de agua en enclaves críticos en épocas de sequía.
El programa de divulgación y educación ambiental que se ha llevado a cabo a lo largo de 2024 ha consistido en 35 talleres escolares con la participación de 7.280 alumnos, un 25 por ciento más que el año anterior.
El conseller de Medio Ambiente, Simón Gornés, destacó ayer que los diez años transcurridos desde la puesta en marcha de la estrategia han permitido consolidar un sistema integral que combina investigación, seguimiento, conservación activa y educación ambiental.