El Cercle d’Economía de Menorca ha dado a conocer su sexta nota de opinión dedicada a la gestión del agua potable en Menorca, que se publica íntegra en las páginas de la sección de Opinión de este diario. Los miembros del Cercle afirman que en más de una década, desde enero de 2014, en que la entidad celebró una jornada monográfica de contenido técnico sobre los recursos hídricos, no se ha avanzado nada en la mejora de un tema clave para el futuro de los menorquines. Ni se han creado comunidades de usuarios de las aguas subterráneas, ni se ha impulsado un consorcio insular para la gestión conjunta de todos los suministros municipales, ni casi se ha avanzado en nuevas infraestructuras para la desalación y la regeneración de las aguas residuales.
El Cercle expresa esta visión crítica porque, mientras no se desarrollan planes urgentes de gestión del agua, el estado de los recursos hídricos empeora. Se refiere al dato de agosto, cuando las reservas se situaron en el 34 por ciento, el nivel más bajo registrado en la Isla desde que hay registros.
Diez mejoras necesarias
De nuevo, el Clerce d’Economia reclama mejoras y las concentra en diez puntos. Constata la necesidad de contar con desaladoras y se refiere a la anunciada por el Govern en la zona de Llevant, pero apunta la necesidad de que estén conectadas a las redes de distribución y que su funcionamiento implique la clausura de los pozos que representen el volumen de agua desalada. El mismo criterio aplica al uso de agua regenerada para el riego agrícola, con la clausura de pozos. Precisamente, la detección de pozos y bombas de extracciones no legalizadas o que capten agua por debajo del nivel permitido debe provocar su cierre. Detectar los grandes consumidores y aplicar tarifas progresivas son otras dos reclamaciones del Cercle.
También insiste en mancomunar o crear un consorcio insular que gestione todos los suministros municipales de agua, para planificar con un criterio insular y no local.
Fa bé el Cercle en demanar una gestió pública de s' aigua, si seguim axis un día obrirem s'aixeta i ja no sortirà aigua.