El Consell insular y el Govern balear han aprobado una inversión de 10 millones de euros para el Plan de la Reserva de Biosfera para el periodo 2026-2027, el cual prevé acciones para impulsar y reforzar el compromiso de la isla con el desarrollo sostenible.
El acuerdo se ha producido en el seno de la comisión mixta entre ambas instituciones. Tras analizar la evolución de los proyectos financiados los últimos dos años, se han planteado nuevos retos. De este modo, se invertirán 2.190.000 euros al programa de conservación del patrimonio natural, la biodiversidad y el paisaje, que incluye intervenciones para la recuperación del patrimonio cultural y natural asociado a Favàritx (775.000 euros) o la mejora de masas forestales en las fincas públicas (300.000 euros), entre otros.
Otros 6.568.000 euros se destinarán al programa de uso eficiente de recursos, que proporcionará las ayudas BGreenMenorca (1,3 millones), subvenciones a servicios ambientales del sector primario (0,8 millones), para proyectos de autoconsumo (3 millones de euros), actuaciones pactadas con los ayuntamientos (608.000 euros), actuaciones ‘verdes’ urbanas (480.000 euros) y la implantación de puntos de recarga (380.000 euros).
El tercer capítulo del plan para los años 2026-2027 va dedicado al impulso de la economía sostenible. En total se destinarán 220.000 euros, de los cuales 160.000 euros serán para desarrollar la estrategia alimentaria y de circularidad, y otros 60.000 euros para la marca Reserva de Biosfera.
Por último, el programa de conocimiento y educación para el desarrollo sostenible recibirá una inversión de 1.056.042 euros. Incluye la realización de talleres ambientales para escolares (145.000 euros), la edición de material didáctico y divulgativo (145.200), acciones de información y comunicación de la Reserva de Biosfera (569.342 euros), el programa ambiental «Viu la Reserva» (36.300), o la red de islas y zonas costeras como gestores de reservas de biosfera (160.000 euros).
Una reserva de sa biosfera que es un papel banyat, només són diners per seguir engraixar sa maquinaria turística, els qui pagan aquest desgavell som els menorquins.