El conseller de Educación, Antoni Vera, garantizó ayer que la normativa de comedores escolares de 0 a 3 años será consensuada con el colectivo de las escoletes, «no aprobaremos una norma contraria a la opinión del sector», declaró durante su visita a Es Castell y antes del encuentro previsto con representantes del Col·lectiu Menorca 0-3, de la asociación de directoras de escuelas infantiles públicas de Balears (Adeipib), de la Assemblea 0-3 y el Consell Escolar de Menorca para tratar sobre un borrador de decreto que ha levantado ampollas entre las profesionales y las familias.
Especialmente criticada ha sido una propuesta de ratios que las entidades consideran inasumibles e incompatibles con la seguridad y las necesidades de los más pequeños, ya que prevén que un adulto pueda dar de comer a entre 7 y 9 bebés de 0 a 1 año; un adulto para entre 12 y 15 niños de 1 a 2 años de edad; y un adulto para entre 15 y 19 niños de 2 a 3 años.
Pero «no hablamos solo de bajar las ratios, sino de más cosas, queremos que se detenga este decreto y constituir una mesa de expertos para definir el modelo pedagógico del momento de comer, es algo más que una simple ratio», manifestó ayer Eva Bordoy, directora de la escuela infantil de Sant Lluís.
En este sentido, insistió en que se tiene que «poner el foco en las necesidades» de los niños, y elaborar una norma base que se aplique, como prueba piloto, en escoletes pública y otros centros que se adhieran durante el curso 2026-2027 «y a partir de ahí elaborar una normativa». El conseller Vera por su parte aclaró que se trata de un decreto de comedores que afecta a centros públicos, concertados y privados, y que despliega un Real Decreto estatal que no regula la etapa de 0 a 3 años, «pero nosotros pensamos que se tiene que regular en un decreto autonómico porque somos la comunidad autónoma pionera en la gratuidad de la educación de 0-3 años para toda la población», afirmó.
Vera insistió en la búsqueda del acuerdo, «tenemos un borrador que llevamos a todas las mesas educativas, hay diferencia de opiniones, el colectivo tiene unas reivindicaciones», apuntó, «venimos aquí a consensuar», aunque eso implica ceder por ambas partes y «llegar a un punto medio», aseveró.
Sin embargo, existe desconfianza por parte de las entidades 0-3 porque «el año pasado ya remitimos una serie de modificaciones para la norma y el borrador actual no recoge ninguna de nuestras aportaciones», expresa Bordoy. De ahí la cautela ante el encuentro de ayer con los responsables de la Conselleria, «ya tenía propuestas y no se han tenido en cuenta».
Otra cuestión que preocupa a las educadoras y directoras de centro es la figura del adulto que debe dar de comer a los niños en aproximadamente una hora. El borrador, aseguran, contempla que esa persona sea mayor de edad, pero puede ser un monitor de tiempo libre «con una formación de solo dos meses», además de una educadora o una maestra. «Un monitor puede ser un apoyo pero no asumir esa responsabilidad», afirma esta directora, quien recuerda que los niños requieren máxima atención y que existen riesgos de accidentes como atragantamientos.
En su cada hay un ejército de médicos cuando comen sus hijos... Que horror les está usted haciendosutonomos o les pondrá lis calcetines hasta los 20 años?