Menorca fue la única isla de Balears que logró mejorar sus cifras de crecimiento en el tercer trimestre del año, con un incremento interanual del 2,8 por ciento que se sitúa dos décimas por encima del dato de junio. La media de crecimiento balear en este periodo fue del 3,2 por ciento, con un descenso de una décima respecto al segundo trimestre, según los datos publicados este jueves por CAEB.
Estos resultados que, según la patronal, confirman la moderación del crecimiento económico «pese a otro verano de récords». Con todo, las cifras sitúan al archipiélago por encima de la media de crecimiento en España (2,8 poir ciento) y en la Unión Europea (1,4 por ciento).
La presidenta, Carmen Planas, señala que «el empleo acumula nuevos máximos, pero la productividad sigue estancada y los márgenes empresariales se estrechan en algunos segmentos, mientras los costes laborales y energético permanecen elevados».
En línea con lo que apuntó el informe del Govern presentado hace unas semanas, Mallorca se sitúa como locomotora del crecimiento balear con una subida del 3,3 por ciento, seguida de Eivissa y Formentera (3 por ciento) y Menorca (2,8 por ciento). Esta última es la única isla que incrementa el ritmo de subida con respecto al segundo trimestre.
Productividad estancada
El gran pero de esta evolución positiva, subraya Planas, es que la productividad «permanece estancada» mientras los costes laborales y energéticos continúan subiendo. Los máximos alcanzados en generación de empleo no evitan que los márgenes empresariales se estrechen en algunos segmentos.
«La actividad crece, pero cada vez le cuesta más acelerar en los meses centrales del año», según el informe. El crecimiento basado en los factores clásicos, como la acumulación de mano de obra, «se acerca a sus límites operativos, ambientales y sociales» y muestra «síntomas de agotamiento». La apuesta, subraya la patronal, pasa por elevar la productividad mediante I+D.
Así, se resalta que los 668.928 afiliados en la Seguridad Social registrados a finales de julio marcan un nuevo récord de la serie histórica. El desempleo cayó al 3,8 por ciento, más de seis puntos por debajo de la media nacional, del 10,1 por ciento. Paralelamente, la inflación siguió subiendo espoleada sobre todo por la escalada de precios en el sector energético y en la vivienda.