La rápida puesta en marcha de las turbinas de fueloil de la central de Endesa en el Cós Nou, después de que se cayera el sistema y tuvieran que volver a entrar en funcionamiento, provocó una gran humareda en la parte de la zona portuaria donde están ubicadas las instalaciones.
Esta situación motivó que por unos momentos se extendiese el rumor de que la causa del apagón fuera debido a un incendio en la propia central o en las proximidades. Ello fue desmentido tanto por la propia compañía como por el Parque de Bomberos de Maó.
De hecho, durante el apagón no fue requerida la presencia de los Bomberos en la central de Endesa.
Tras recuperarse el suministro eléctrico, los alrededores de la central respiraban tranquilidad, aunque se apreciaba una cierta actividad, tanto en el interior como en el exterior con la llegada de vehículos.
La humareda que se originó no provocó, al cierre de esta edición, ningún daño en el exterior.