El vertido que apareció el miércoles en Sa Colàrsega del puerto de Maó, que obligó a desplegar unos 80 metros lineales de barreras anticontaminación, consiguió ser eliminado en su práctica totalidad a lo largo de la mañana de ayer, según explicaron fuentes de Autoridad Portuaria.
A falta del resultado de los análisis que efectúa el ente público, las valoraciones realizadas apuntan a una sustancia ligera que puede tener un origen variado y, en ningún caso, continuo. Según la hipótesis más razonable, parte del vertido procedería de una avería de un colector municipal que haya provocado la fuga de aguas residuales.
Estas aguas se habrían sumado a pequeños vertidos de aceites y combustibles de las muchas embarcaciones que se han arrancado entre los últimos días de junio y el primero de julio.
A estas dos causas se une la tercera determinante, es decir, el viento que sopló en Menorca el miércoles, que habría permitido la unión de todos los pequeños vertidos hasta formar la mancha que se acumuló en la misma colársega.
Autoridad Portuaria ya había recibido algunas llamadas días atrás en las que les informaban de la existencia de pequeños tramos de combustible en el agua. De ahí que la hipótesis de la unión de varios pequeños vertidos sea la más razonable.