La Guardia Civil discrepa de la seguridad con la que los agentes de la Conselleria de Medio Ambiente, del Govern Balear, se pronunciaron en torno a las causas que originaron el incendio forestal ocurrido en la madrugada del pasado martes en el Arenal d'en Castell. Las llamas arrasaron 36,7 hectáreas de terreno en el Arenal, Na Macaret, Cala Molí y Addaia.
Los técnicos de la Conselleria informaron oficialmente al mediodía del mismo martes, cuando el incendio aún no se había dado por controlado, que había sido originado por el lanzamiento de petardos a cargo de algunos menores que estaban realizando juegos infantiles en la parcela situada al final de la calle Torrol·lera, en la zona de Punta Grossa, del Arenal d'en Castell.
Los agentes del Seprona, de la Guardia Civil, hallaron en ese mismo lugar donde se originó el incendio sobre las 2 de la madrugada, un mechero y una especie de honda estableciéndose la conjetura de que los chicos habían podido utilizarla para lanzar los petardos unos metros más allá. El sonido de las detonaciones sí fue reconocido por muchos vecinos antes de que aparecieran las llamas, e incluso algunos de los más próximos aseguraron que ya se habían escuchado la noche anterior a la del gran incendio.
Sin embargo, los especialistas del Instituto Armado concluyen que establecer esa causa con rotundidad solo unas horas después de que se apagaran las llamas -Medio Ambiente la hizo pública poco antes de las dos del mediodía- puede resultar precipitado, y por tanto, no la dan por buena.
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