El Ayuntamiento de Alaior ha decidido sustituir el actual sistema de restricción del tráfico al núcleo histórico de la ciudad, los bolardos flexibles, por cámaras de vigilancia, para poder «gestionar más eficazmente la entrada y salida de vehículos» de esta zona. Los actuales obstáculos funcionan de forma «precaria» y «con averías continuadas, lo que genera sobrecostes elevados». Las pilonas que se sustituirán serán las que restringen la entrada a las calles Coll des Palmer y Santa Rita, en ambos puntos dirigidas a prohibir el tráfico rodado hacia la Plaça Constitució.
El concejal de Hacienda, Emilio Agis, asevera que no se produce ningún cambio en lo que respecta a las restricciones actuales al núcleo histórico, tan solo un cambio en el sistema de vigilancia. Los coches autorizados podrán seguir accediendo a estas calles sin ningún tipo de problema, mientras que aquellos no autorizados que infrinjan la prohibición, serán multados. Para las arcas municipales supondrá un coste de entre 8.000 y 10.000 euros anuales entre la concesión de los aparatos y su mantenimiento.
Es una de las múltiples inversiones que el Ayuntamiento de Alaior ha incluido en los presupuestos del próximo ejercicio. Este capítulo contará con una partida total de 673.260 euros. La cantidad se ha disparado de forma exponencial con respecto a las inversiones que el equipo de gobierno presupuestó para el ejercicio en curso, es decir, 339.260 euros. El incremento alcanza el 98,6 por ciento.
Los proyectos más importantes que ejecutará el gobierno municipal de cara a 2017 se centran en la mejora del entorno del Convent de Sant Diego, la continuación del proyecto de reurbanización del Passeig Marítim de Cala en Porter, así como inversiones en playas y mejora de las vías urbanas, entre muchas otras.
El Ayuntamiento prevé construir un nuevo parking público y aunque de momento se están tanteando un par o tres de ubicaciones, lo que sí tiene claro el equipo de gobierno es que estará estrechamente relacionado con el futuro de la calle Es Ramal.