El Ayuntamiento de Maó comunicó el 18 de enero a Marsave, la empresa de vigilancia y socorrismo que ha cubierto las playas de Sa Mesquida y Es Grau desde 2013, que no prorrogará su contrato un año más de los dos que le quedaban para hacerlo.
Incumplimiento del servicio en la vigilancia itinerante de la costa norte los fines de semana, falta de personal en ocasiones e incompatibilidad laboral del delegado en la Isla de esta empresa que tiene la concesión, además, de los ayuntamientos de Sant Lluís, Ciutadella, Es Migjorn y Es Mercadal, son las causas que ha argumentado la concejal mahonesa de Medio Ambiente, Isabel López, para romper la relación contractual con Marsave y volver a sacar la concesión a concurso como ya hiciera el año pasado tras acceder al cargo.
Entonces ganó la licitación Cruz Roja, pero Marsave recurrió ante el Tribunal Nacional de Recursos Especiales en contratación, por planteamiento y puntuación erróneas. El Tribunal le dio la razón y ordenó la repetición del concurso, ya con la temporada iniciada, por lo que el ayuntamiento no tuvo más remedio que prolongar la concesión a Marsave, un año más ante el riesgo de que sus playas siguieran sin socorrista.
Marsave ve ahora una nueva maniobra de la concejal, que no del Ayuntamiento, para favorecer a Cruz Roja «por amistad, dado que es médico, o intereses, pero está claro que hubo y hay un trato de favor de ella hacia Cruz Roja», explica el gerente de la empresa Miquel Adrover.
López: «No han cumplido el servicio y podrían ser sancionados»
Isabel López, regidora de Medio Ambiente de Maó, lamenta que Marsave la sitúe como única responsable de la decisión de no prorrogar el contrato. Se reafirma en que los informes denuncian el incumplimiento de la vigilancia de la costa norte y la falta de personal en varias ocasiones. Por ello, afirma que «Marsave no cumplió con lo estipulado en el contrato y sí, podría recibir una sanción según lo que determinen los servicios jurídicos del Ayuntamiento».