Su existencia no va a cambiar en demasía a partir de ahora pero Martí Riera Riera (Fornells, 1979), cuanto menos, ha visto reconocida al fin su condición de víctima indiscutible de una fiesta organizada en La Mola, de Maó, sin las medidas de seguridad ni la autorización necesarias que, muy probablemente, podrían haber evitado el fatídico accidente.
Convertido desde hace un año en célebre nadador de Fornells en aguas abiertas tras cruzar el canal de Menorca, Martí es hoy padre de dos hermosos bebés de los que disfruta permanentemente. Esa es su ocupación esencial tras un largo proceso de recuperación física y psicológica en el que ha asimilado su discapacidad al quedar parapléjico aquella noche del 10 de agosto de 2007 en la Flower Power cuando se precipitó por un foso no señalizado de la fortaleza. Cayó junto a su amiga Clara, también gravemente herida aunque él se llevara la peor parte.
Desde este mes tiene la tranquilidad que le otorga la razón concedida por las empresas organizadoras de la macrofiesta al abonarle una indemnización pactada en torno a los 620.000 euros que le ayudará en su presente y le permitirá preparar su futuro.
¿Qué sensación tiene tras el final de este capítulo de su vida con el cobro de la indemnización?
?Pues que ha sido finalmente un acuerdo satisfactorio y se ha hecho justicia, por eso me siento contento.
Casi once años transcurridos desde aquella noche que cambió su vida...
?Sí, ha sido un tiempo muy largo con muchos momentos de sufrimiento, de tener que hacer muchos trámites, preparar muchos papeles y de tener que escuchar a mucha gente que decía cosas.
Cosas que le molestaron, ¿de qué tipo?
?Prefiero no referirme a eso ahora que ha acabado todo. Pero lo hemos tenido que aguantar y ahora está todo arreglado, por fin.
Usted está satisfecho con la cuantía, pero de haber habido sentencia quizás habría sido mayor...
?Era un caso complicado, había mucha gente implicada. Yo agradezco el trabajo de mi abogado que se ha esforzado muchísimo y lo ha hecho de una manera fenomenal. Firmé que estaba de acuerdo y no hay más que hablar.