La autopsia debe determinar este martes las causas que provocaron la extraña muerte de una mujer de 36 años, natural de Venezuela y residente en Ciutadella, ocurrida en la madrugada del lunes en una piscina-jacuzi de plástico situada en el interior de una nave de la calle Bijuters, en el Polígono Industrial de Ciutadella, tras una noche de excesos junto a su marido. Otra mujer, amiga del matrimonio, se encontraba en la misma nave durmiendo en otro compartimento aunque declaró que no había participado en la juerga.
La confusa explicación del hombre, también venezolano, horas después en la Comisaría de la Policía Nacional, aporta más dudas para determinar si la muerte fue accidental o bien pudo tratarse de un homicidio voluntario o involuntario, pese a que la primera versión policial apuntó exclusivamente al accidente. El marido acudió a prestar declaración horas después acompañado por un abogado particular y se mostró poco concreto en las explicaciones que dio respecto al siniestro fatal hasta que abandonó las dependencias policiales sin quedar imputado ni detenido.
Dijo que ambos bebieron alcohol en exceso y acabaron la fiesta manteniendo relaciones sexuales en la piscina situada al fondo de la nave que tienen en arrendamiento para su negocio de alquiler de embarcaciones de recreo. Después ambos se durmieron en el mismo recipiente.
Poco antes de las 6 de la mañana, sin embargo, el marido despertó y descubrió que su pareja no reaccionaba tendida sobre el agua que llenaba apenas 10 centímetros del fondo.