Agentes de la Guardia Civil de la compañía de Menorca localizaron en la madrugada de ayer martes a una mujer que flotaba sin vida en aguas del Port d'Addaia.
Se trataba de una británica de 53 años de edad, A.C.L., que había llegado recientemente al Port d'Addaia junto a su pareja, también británico de 55 años, a bordo de un velero. Su cuerpo flotaba en el agua por lo que la primera hipótesis que barajó la Guardia Civil es que la mujer había fallecido ahogada tras una caída fortuita después de haber mantenido una discusión con su pareja lo que le hizo regresar sola al barco.
El cuerpo no presentaba señales de violencia cuando fue sacado del agua, próximo a su propio velero, aunque será la autopsia que se le practicará hoy la que determine las causas del fallecimiento.
Los guardias civiles habían sido requeridos para que acudieran a un conocido bar situado a la entrada de la urbanización donde un hombre y su pareja estaban manteniendo una fuerte discusión, en previsión de males mayores. Al parecer ambos estaban ya afectados por la influencia del alcohol que habían ingerido durante la noche.
Cuando llegaron los agentes, la mujer ya había decidido abandonar el local y dirigirse al velero en el que navegaba. Los guardias encontraron a su pareja en el bar y este les dijo que su mujer se había marchado.
Fue entonces cuando los efectivos del Instituto Armado acudieron a buscarla a la embarcación para confirmar su estado e informarle de la opción de interponer denuncia contra su pareja. Los guardias dieron una batida por la zona y finalmente hallaron el cuerpo flotando sin vida poco antes de las 3 de la madrugada.
La mujer pudo haber tropezado cuando subía a la embarcación debido al estado ebrio en el que se hallaba y posteriormente sufrir alguna contusión que le hiciera perder el conocimiento hasta fallecer ahogada.
El levantamiento del cadáver se produjo dos horas más tarde.