La Fiscalía de Menorca ha abierto diligencias civiles para investigar el funcionamiento del Centro de Menores del Consell -la Casa de la Infancia-, a partir de la información que hizo llegar a la Policía Nacional el padre de un menor residente en ese centro, y por tanto, bajo la tutela de la institución insular.
El Ministerio Público pretende comprobar los protocolos que imperan en el centro para evitar en la medida de lo posible que se den casos como los que han trascendido en las dos últimas semanas relacionados con corrupción y explotación de menores, en Maó, ya que algunos de los investigados son residentes en esta casa. En esa causa hubo cuatro detenidos y tres de ellos permanecen en prisión a la espera de que el juez decida sobre los recursos presentados por sus respectivos abogados.
La investigación de la Fiscalía obedece a la información que trasladó el padre de un menor de Ciutadella a la Policía Nacional, el pasado día 18. El hombre ha decidido, además, solicitar al Consell que revoque la tutela de su hijo y pedir que este ingrese en un centro de desintoxicación. Los datos aportados en esa información son genéricos, de ahí que las diligencias abiertas sean civiles y no penales a la espera de lo que determine la investigación que, con toda seguridad, supondrá la declaración de los responsables, trabajadores del centro y el propio testimonio del padre del menor.
En manifestaciones a este diario el progenitor está convencido que el caso de los menores ha trascendido por sus amenazas de demandar al centro si no actuaban. «Desde diciembre he venido informando a varias trabajadoras del centro de lo que me contaba mi hijo y lo que yo veía, entre ellas la educadora asignada, que siempre me ha ayudado y ella sí está pendiente de él, pero no habían hecho nada», sostiene.
Por ese motivo, «les dije que si no actuaban les demandaría porque no están cuidando a los menores como se espera, y curiosamente a los tres días el director puso la denuncia ante la Policía». Sin embargo, según el informe policial, el director decidió denunciar tras un correo interno de una trabajadora diciendo que en la calle se comentaba que menores del centro se prostituían por dinero y droga.
Posteriormente, afirma el progenitor, «el día 18 fui a la Comisaría para informar de todo lo que sabía sobre cómo se trapichea droga en el centro, cómo venden la ropa a dos euros el kilo para conseguirla y como mi hijo ha dormido alguna vez en la cueva del skatepark con uno de los detenidos y en la casa de okupas sin que en el Centro supieran dónde estaba».
Denuncia que su hijo ha perdido 20 kilos desde que ingresó y que un día se presentó en su casa, en Ciutadella, a la 1.30 de la madrugada «drogado». Asegura que en tres meses «solo ha acudido al instituto tres días, sin que allí nadie se haya enterado».