Doce años de condena en prisión, libertad vigilada durante cinco años más cuando cumpla su estancia en la cárcel e indemnización de 20.000 euros a la víctima ha sido la condena que ha recaído en un hombre español de 32 años de edad, por haber violado a una menor en agosto de 2018, en Ciutadella.
El tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial ha concluido que la culpabilidad del acusado en el juicio celebrado entre el 24 y el 26 de enero pasados está demostrada.Considera que cometió la agresión sexual de forma voluntaria y material, tomando en consideración su propia declaración, la de la víctima y las periciales que aportaron acusaciones y defensa. La menor que sufrió la agresión sexual continúa en tratamiento psiquiátrico desde entonces.
El hombre se negó a responder a la acusación particular en el juicio, y negó los hechos que le inculpaban. Dijo que creía que la menor tenía 17 años y que ella se mostraba muy cercana con él cuando coincidían en la casa pero que en ningún caso la había agredido sexualmente. El relato de la menor, en cambio, resultó estremecedor y tuvo que detenerse en varios momentos dado su estado de angustia.
El tribunal da por probado que el hombre aprovechó la ausencia de la madre, que estaba trabajando, para entrar en la habitación de la vivienda que compartían en Ciutadella con otras personas, incluida la propia novia del acusado. La adolescente estaba dormida cuando se despertó porque el hombre le estaba acariciando el pelo. Ella le pidió que se detuviese adivinando sus intenciones, pero él siguió, se bajó los pantalones, le dijo que no gritara porque estaban solos y la violó. Más tarde le pidió que no se le dijera a nadie «porque se le había ido la pinza», dijo la menor. El relato de la adolescente con todos los detalles a pesar del tiempo transcurrido desvirtúa la versión del acusado quien dijo que no había ocurrió nada aquel día.
En las conclusiones finales del juicio, sin embargo, el abogado del acusado cambió su criterio inicial y admitió un delito de abuso sexual a la menor sin consentimiento por el que solicitó un año de prisión. Tanto la acusación particular, a cargo del abogado, Gabriel Sunyer, como el Ministerio Fiscal, se mantuvieron en las penas de cárcel de 14 años y medio y 13 años y medio, respectivamente. Además elevaron la petición de la indemnización a la víctima hasta los 50.000 euros en el caso del fiscal, y de 82.000 en el de la acusación particular.
Se da la circunstancia de que durante el juicio el presidente de la sala tuvo que detener en varias ocasiones al abogado del acusado por preguntas que no procedían ya que estas hacían referencia al cuerpo de la menor, su forma de vestir o a cuestionarle por qué no puso una resistencia más firme.