Como sucediera en el primer juicio del que resultó absuelto, el taxista acusado de arrollar a su pareja en la madrugada del 22 de agosto de 2019, negó este viernes los hechos en la repetición de la vista oral, en Ciutadella, y aseguró que apenas recordaba nada más que una de otras tantas discusiones con ella, sin poder precisar el lugar ni el día.
Ese testimonio en un juicio tenso y confuso, sumado al de la mujer, que tampoco recordaba con precisión lo que ocurrió aquella madrugada, sirvió en cierto modo para apuntalar la nueva estrategia de la defensa, a cargo del abogado José de Juan López. Este sembró la duda sobre la identidad tanto del vehículo como del conductor que pudo atropellar a la mujer, quien días después sí acusó a su pareja de haberla arrollado.
No hay pruebas concluyentes de que fuera el acusado, lo que le valió la absolución en el juicio anterior, porque nadie le vio ni a él ni al vehículo, sostuvo la defensa. Existe insuficiencia probatoria ya que los testigos son indirectos, tanto los que hallaron a la mujer herida tendida en el suelo de la Plaça de Ses Palmeres, como los policías locales que acudieron al lugar. Ella, al parecer, balbuceó el apellido de su pareja en aquel momento pero tampoco se pudo asegurar que lo fuera, ni que haya otros taxistas con el mismo nombre o similar.
La mujer sufrió múltiples lesiones y fractura de costillas, y las marcas de su cuerpo eran compatibles con las de una rueda que le había pasado por encima, dijo la forense.
La víctima, también de Ciutadella, de 36 años edad, esta vez sí declaró tras haberse negado a hacerlo en el primer juicio, pero no pudo precisar lo ocurrido aquel día porque los daños que le provocó el atropello le habían podido afectar a la memoria. Dijo que sí estuvo con su pareja pero que no podía recordar la mecánica del accidente y, aunque dijo que sí había ocurrido, añadió que no podía asegurarlo.