Los máxima presión automovilística en las carreteras de la Isla durante el mes de agosto se dejó sentir este martes especialmente con cuatro accidentes en el margen de dos horas y media, si contabilizamos el más grave de todos ellos, ocurrido en la carretera de Maó a Fornells, del que se informa en este medio.
Los otros tres siniestros ocurrieron en apenas sesenta minutos y los tres localizados en el término municipal de Sant Lluís debido al tráfico constante hacia las urbanizaciones del municipio.
Llama la atención el ocurrido sobre las 14.45 horas en el conflictivo cruce de Maó-Sant Lluís- Punta Prima, a la altura del kilómetro 6,8, el mismo punto en el que cada año se repiten varios accidentes en la temporada estival.
En esta ocasión fue un choque frontolateral entre un Peugeot 205 y una furgoneta Toyota Proace después de que, al parecer, uno de los dos vehículos no respetara la señal de stop. La mujer de 53 años, acompañante del conductor del Peugeot, resultó herida de cierta gravedad, mientras que el conductor del otro vehículo, de 54 años, quedó herido leve.
Apenas un cuarto de hora antes, en el kilómetro 4 de la carretera de Maó a Sant Lluís, se produjo un choque por alcance entre un turismo Fiat 500 y un taxi Toyota Proace con cinco ocupantes. El saldo fue de dos heridos leves, probablemente con latigazos cervicales, y cuatro ocupantes ilesos. La carretera sufría retenciones en el momento en que se produjo la colisión.
Sobre las 15.30 horas ocurría un nuevo accidente lo que obligaba a multiplicarse a los agentes de servicio del equipo de Tráfico de la Guardia Civil. Fue una colisión triple por alcance entre un camión Nissan, un Volkswagen Golf y una furgoneta Citroën Berlingo. El incidente tenía lugar, de nuevo en la carretera Me-10, a la altura del kilómetro 1,5, de Sant Lluís a Binisafúller, aunque en este caso no hubo que lamentar ningun herido. Los cuatro ocupantes repartidos entre ambos vehículos resultaron ilesos.