«Hemos tenido miedo, mucho miedo, porque por momentos aquello parecía el diluvio, era un desastre», explican Marga y Toni Saurina, propietarios de s'Hort d'en Torres, en el Camí de Punta Nati de Ciutadella. Una vez más, como suele suceder cuando se producen lluvias torrenciales, el agua arrastra barro y piedras hasta que baja por la zona de Es Pla y acaba en el puerto.
En esta ocasión varias parcelas de diferentes hortales se vieron afectadas con lo que las cosechas sembradas para alimentar a los animales se perdieron, han explicado desde s'Hort d'en Torres.
El agua derribó, además, varios tramos de paret seca. «Ha destrozado algunos rincones, e incluso el portal que abrimos con el vecino para facilitar que el agua pudiera fluir». Además, las 12 gallinas del gallinero se ahogaron por la subida del agua.
Xisca Sastre y su pareja también sufrieron los rigores del temporal en su casa de planta baja y primer piso, un hortal al final de Es Pla. «Me he despertado sobre las 5.30, he bajado abajo y el agua me llegaba hasta las rodillas», explica Xisca.
La inundación afectó a dos motores y también entró en dos vehículos de la familia. «Nuestro temor ha sido que el agua llegara a arrastrar a los coches, como ha sucedido con otros dos que sí se han golpeado». Cuando el agua derribó las puertas metálicas de otro hortal que hay debajo del puente, «todavía acabó entrándonos más y con más fuerza ya que había quedado retenida hasta entonces».
Aunque más tarde llamaron a Emergencias de Balears, al 112, «no ha venido nadie porque la operadora no sabía donde estaba Es Pla de Ciutadella; me pedía otra dirección pero es que solo tenemos esa, incluso le he dicho que cómo no conocía Es Pla con tantos mallorquines que vienen a las fiestas de Sant Joan cada año».