Detrás de cada restaurante que abre sus puertas cada día en Menorca para atender a sus clientes hay una historia de sacrificio y esfuerzo. El que tienen que hacer sus propietarios y trabajadores para dar el mejor servicio en una profesión que hace posible el ocio de los demás. Por eso hay ciertas actitudes que causan desconcierto e indignación en el gremio.
Sucedió este sábado en el asador del Aeroclub de Maó. A la hora de comer acudió una pareja dispuesta a darse un buen festín: pidieron parrillada, empanadas, una botella de vino y diversos extras. El importe final de la cuenta se acercaba a los 70 euros, pero no estaban dispuestos a abonarlos. Aprovecharon un momento en que el personal estaba atendiendo otras mesas para levantarse e irse sin dejar rastro.
El hecho ha sido comentado por el Asador Aeroclub en sus redes sociales, en un mensaje en el que alertan al resto de restaurantes sobre este tipo de visitas indeseadas. En su caso, han tomado la decisión de denunciarlo ante la policía aportando la grabación de las cámaras de seguridad del local. Afortunadamente, situaciones como esta son una excepción, la gran mayoría de los clientes les apoya, como se demuestra en los comentarios que acompañan su publicación.