La impotencia sumada a la desesperación por la pérdida de la relación con sus hijos llevó la pasada semana a un ciudadano de Maó a dar visibilidad a su protesta frente al Juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad que instruye la causa en la que se halla inmerso desde hace varios años.
El hombre denuncia que la sentencia reguladora en torno al tiempo que debe pasar con sus tres hijos, dictada por la Audiencia Provincial en noviembre de 2019, dejó de cumplirse hace ya 40 meses. Ese documento estipulaba el régimen de visitas semanales, fines de semana alternos y periodos vacacionales que le correspondían al padre después de que la custodia le fuera concedida a la madre.
El fallo fue dictado por el tribunal balear en noviembre de 2019, pero no se ejecuta desde marzo de 2020, asegura el progenitor. Es por eso que se plantó en el juzgado con una pancarta en la que recogía la denuncia por su situación: «40 meses de incumplimiento de sentencia, Juzgado número 2 de Mahón, 3 hijos sin relación con su padre, padre sin relación con sus hijos», rezaba el mural que sujetaba frente a la sede judicial a primera hora de la mañana.
La irrupción de la pandemia tuvo un efecto pernicioso para el afectado. La suspensión de visitas a partir del mes de marzo debido al confinamiento y otras medidas sanitarias quebró el cumplimiento de la sentencia judicial que sí se había mantenido hasta entonces, es decir, durante apenas cuatro meses. La situación no fue exclusiva de esta persona afectada sino que tuvo un carácter general en el país. Eso sí, una vez superado el periodo más grave de la crisis sanitaria, los padres podían solicitar, mediante procedimiento especial, que se les concediera el tiempo que habían pasado sin poder estar con sus hijos sumándolo al habitual del régimen establecido en la sentencia.
Ahí comenzaron a sucederse una serie de resoluciones del juzgado, cuyo juez, en una primera instancia, desestimó ese procedimiento e instó al afectado a que presentara otra demanda para reclamar la ejecución de la sentencia vigente desde 2019.
El padre lo hizo en agosto de 2020, pero el juzgado resolvió mandar el caso a distintas instituciones locales, insular y autonómica. En ese tiempo ha tenido tres contactos de menos de una hora con dos de sus tres hijos en el punto de encuentro familiar, cuyos responsables finalmente archivaron el caso indicando que quedaban a la espera de las indicaciones del juzgado, sin obtener nuevas respuestas.
El apunte
Los padres podían recuperar el tiempo perdido con sus hijos tras el confinamiento
La pandemia internacional del covid-19 y las medidas tomadas por el Gobierno para su gestión afectaron especialmente a las parejas separadas con hijos menores. El cierre de colegios y centros educativos, la clausura de los puntos de encuentro después y, finalmente, la declaración el estado de alarma por medio del Real Decreto-ley 7/2020, de 12 de marzo, entorpecieron el cumplimiento de los regímenes de visitas fijados judicialmente. Posteriormente, varias resoluciones judiciales concluyeron que los padres tenían derecho a recuperar el tiempo perdido con sus hijos ya que la pareja que tenía la custodia podía decidir que en confinamiento los hijos no salieran de casa para ir con sus padres. Los jueces apelaron siempre al sentido común por el bien de los menores para mantener el contacto con ellos.