Vulnerables. Así es como se sienten los artesanos que venden sus productos en el mercado estival que se despliega cada tarde al anochecer en la rampa central del puerto de Calasfonts. Son más de una decena y los lunes, que se celebra el tradicional Mercat de Nit en los alrededores, llegan a ser entre 25 y 30. «Aún no tenemos permiso para aparcar en el pueblo y llevamos muchas multas acumuladas», denuncian.
La prohibición de aparcar en el centro de Es Castell para los no residentes del municipio entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, en horario de 18 a 00.01 horas, contempla algunas excepciones, como las referidas a trabajadores que acrediten contrato y que su horario es coincidente con el de la restricción. Sin embargo, este privilegio sigue sin aplicarse en el caso de los artesanos y algunos empleados de la zona.
«Solicitamos las autorizaciones como paradistas en abril para no tener problemas a la hora de estacionar y todavía no hemos recibido respuesta», explican los vendedores, que han sido sancionados ya varias veces. «No podemos descargar la mercancía, dejarla sola y aparcar a las afueras del pueblo», expresan, al mismo tiempo que aseguran que nadie les ha dado una solución. «Hemos ido al Ayuntamiento y a la Policía Local, pero nos dicen que tenemos que esperar a que nos lleguen los permisos o emitir una queja», afirman.
Es, precisamente, lo que han hecho: recopilar hasta una veintena de quejas, de momento, que entregarán a las autoridades competentes con el objetivo de que se apresuren a entregar las autorizaciones para poder aparcar en el núcleo urbano de Es Castell. «Tienen nuestros datos y la documentación necesaria desde hace meses, estamos en una situación precaria», reivindican, recordando que es una problemática que viven a diario, de lunes a domingo.
Zona de carga y descarga
Aparte, lamentan no disponer de una zona de carga y descarga de mercancías próxima al lugar en el que despliegan cada tarde las paradas. «Nos vemos en la obligación de parar en la misma calle, cortando la circulación y generando molestias a los vecinos», reconocen, pidiendo también una solución.