La declaración de un testigo que presenció la pelea ocurrida en la Nochebuena en la calle Vasallo de Maó, confluencia con Bisbe Sever, resultó determinante para que el juez, de acuerdo con la petición del fiscal, dictara este jueves al mediodía el auto de prisión provisional para el hombre acusado de un delito de tentativa de homicidio, en una decisión en la que pesó el historial de antecedentes policiales y judiciales que le acompaña, y el gravísimo estado en el que se encuentra la víctima.
Según este testigo, el detenido, también español, le propinó varias patadas en la cabeza después de haberle agredido segundos antes, bien con un empujón o con un puñetazo que le hizo caer al suelo y golpearse la cabeza con el asfalto. Los impactos posteriores habrían propiciado que la víctima quedara inconsciente y fuera trasladado al Hospital Mateu Orfila, ya en estado crítico.
El acusado y la víctima se conocen desde hace años, incluso residían juntos en una casa okupada en la calle Santa Escolástica, de Maó, de donde son originarios y, por tanto, podría decirse que mantenían una relación de amistad. La víspera de la Navidad habían cenado juntos y posteriormente habían salido de celebración con otro amigo, también español, con el que bebieron gran cantidad de alcohol, entre otras sustancias.
Discusión que desencadenó en pelea
No ha trascendido el motivo de la discusión que desencadenó la pelea. Al parecer subían desde la plaza Esplanada y al sobrepasar la Estación de Autobuses fue donde se inició el forcejeo y las agresiones.
Hubo un testigo que presenció la reyerta, al igual que el amigo que iba con ellos, quien no se habría referido al ensañamiento que sí manifestó el testigo. También acudió el vigilante de la propia estación cuando la víctima ya estaba inconsciente. Este pudo ver alguna imagen del exterior a través de las cámaras, pero no los detalles de la agresión.
El acusado niega ensañamiento
El acusado negó en su declaración ante el juez del Juzgado de Instrucción número 1 cualquier ensañamiento ni que tuviera la más mínima intención de acabar con su vida y se mostró afectado por lo sucedido. Dijo que le preguntó cómo estaba y lo trató de apoyar en un vehículo, pero cuando comenzó a llegar gente y a escuchar las sirenas de la ambulancia y la Policía optó por marcharse del lugar porque intuía que le iban a acusar. En todo caso, dijo, no le dejó solo ni desatendido.
Cuando los agentes fueron a su casa a buscarle, desmiente que no quisiera abrirles la puerta, sino que les dijo que él iría a la Comisaría al día siguiente acompañado por su abogado. Dada la gravedad de los hechos y por el estado en el que se encuentra la víctima, la Policía Nacional solicitó una orden judicial para entrar en su casa y llevárselo detenido el martes por la tarde.
El hombre, sobre el que también pesa una acusación de quebrantamiento de condena por un caso de maltrato, no pasó a disposición judicial hasta este jueves cerca de las 12 del mediodía. Fue trasladado por dos policías nacionales en un coche patrulla hasta el Juzgado 1 de Maó, donde le aguardaba el abogado que se le había asignado, Miquel Mercadal, quien recurrirá al auto de prisión provisional.
El apunte
El herido sigue en estado muy grave en la UCI de 'Son Espases'
El hombre de 49 años, herido en la pelea de Nochebuena, fue trasladado en avión ambulancia al Hospital de Son Espases el miércoles por la tarde. Ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con un traumatismo craneoencefálico que le provocó un derrame cerebral del que iba a ser intervenido a lo largo del día de ayer. Las lesiones que padece están localizadas en la cabeza, aunque también presenta afectación en un ojo. Se hallaba en coma inducido cuando, prácticamente, desde sus primeras atenciones, fue trasladado al Hospital Mateu Orfila.