Los 18 chalés de la urbanización de Torre-solí, en primera línea del Prat de Son Bou, están libres de okupas tras haber sido adquiridos por nuevos propietarios en la subasta que había promovido la Sareb a principios del pasado año, y ser desalojados los últimos que permanecían en dos de las casas hace unos días.
Las 18 viviendas, de la promoción de 28 unidades de las que 10 fueron vendidas en su momento, tienen nuevos dueños. Son apreciables a día de hoy las obras en las que se hallan varios de ellos para su rehabilitación debido a su grave deterioro, y porque habían quedado inacabados en la grave crisis de 2008 que afectó a su promotor italiano, propietario del hotel La Noria, hoy Arenas de Son Bou.
Desde hace varios años las casas se habían convertido en uno de los territorios okupas de la Isla después de que pasaran a manos del denominado «banco malo». Pintadas en las paredes exteriores, crecimiento natural de la maleza y restos de residuos afeaban una zona turística de primer nivel con el hotel Arenas de Son Bou delante de esta ubicación.
Hace varios meses una comitiva judicial, acompañada por agentes de la Policía Local, ejecutaba el auto que ordenaba el desalojo de los okupas de dos de los chalés tras la demanda interpuesta por sus propietarios. Más recientemente, los dos últimos que todavía permanecían okupados también han quedado a disposición de su mismo dueño quien para evitar la probable dilatación de un proceso judicial optó por llegar a un acuerdo con los moradores de sus dos casas.
Entre 1.000 y 1.500 euros
El acuerdo al que ha llegado con ellos oscilaría en el pago de entre 1.000 y 1.500 euros a cada uno de ellos para que abandonaran las casas cuanto antes, como así ha sucedido.
La promoción de estas 28 viviendas unifamiliares, entre las calles Mare Nostrum, Es cul de sa galera y Los Delfines, se vio sacudida por la suspensión de pagos, salvo las diez vendidas, en algunos casos, a sus propios acreedores como abono de las deudas. Sin embargo, tuvieron que asumir parte de la hipoteca en una operación financiada por Sa Nostra. Esta entidad se quedó con los chalés que no se habían vendido. De ahí pasó a la Banca Mare Nostrum y finalmente los activos fueron a parar a la Sareb.
El mundo se acaba, vamos que yo antes de pagar incendio mi casa.