La caída de un árbol en una atracción de PortAventura el pasado domingo dejó 14 heridos, uno de ellos en estado grave y menorquín. Se trata del músico mahonés Martí Guasteví que, junto a su pareja Raquel Coquard y los dos hijos de esta de seis y ocho años, estaba subido en la montaña rusa infantil 'Tomahawk' cuando las fuertes rachas de viento derribaron un árbol próximo a la atracción. Las ramas impactaron contra los pasajeros a la altura de su cabeza y cuerpos, dejando varios heridos graves.
Fue en la parte final del recorrido cuando los usuarios del 'Tomahawk' vieron que un árbol había caído sobre las vías a «unos ocho metros de distancia, ya tumbado, no lo vimos caer, y la vagoneta no frenó», recuerda Raquel Coquard en declaraciones a La Vanguardia. Sus hijos iban en los dos primeros asientos del vagón; justo detrás, en la segunda fila, iban ella y su pareja, Martí Guasteví. Él, como el resto de pasajeros que estaban en los asientos de la parte derecha de la montaña rusa, fue el que se llevó la peor parte a causa de la posición en la que quedaron el árbol y las ramas.
El músico mahonés fue, primero, atendido en el hospital Sant Joan de Reus, donde le diagnosticaron una fractura en una vértebra. Recibió el alta el mismo domingo, pero ingresó nuevamente el lunes en el hospital Clínic. Permanece desde entonces en la Unidad de Cuidados Intensivos: tiene un hematoma en la garganta que le impide tragar y apenas puede hablar. Estará varios días hospitalizado, pero está previsto que suba a planta este mismo miércoles o el jueves, indican a este diario familiares suyos. Otros dos pasajeros siguen ingresados en estado grave en Bellvitge y el hospital Joan XXIII.
«Pensé que estaba muerto», relata Raquel Coquard en referencia a su pareja en declaraciones al diario generalista. Su hija fue otra de las 14 personas heridas, aunque en este caso, leve, con tres puntos de sutura en la frente y heridas en la cara.
Preparan acciones contra el parque
La familia lamenta el trato recibido por parte de PortAventura; explica que no han recibido ninguna llamada y que la atención recibida el primer día fue «pésima». Además, denuncia, «no han hecho ningún seguimiento». Sí recibieron el lunes la llamada de los Mossos d'Esquadra para declarar como testigos directos del suceso, al igual que el resto de pasajeros.
Según cuenta a La Vanguardia, los afectados han creado un grupo de WhatsApp para decidir los pasos que van a dar. «Creo que iremos todos a una, estamos igual de dolidos, sentimos rabia por la desatención», declara. Asegura que cuando llegaron al punto de salida de la atracción, los empleados no sabían qué había pasado. «Hubiera agradecido la ayuda del parque», afirma, al mismo tiempo que avanza que «evidentemente emprenderemos acciones».