Circulaba el jueves por la tarde oculto en la parte trasera de un vehículo que conducía un familiar cuando, a su paso por Es Mercadal, fue bloqueado por agentes de la Guardia Civil de Menorca en la misma carretera general a pocos metros del acuartelamiento del Instituto Armado.
Fue el final de la fuga que había protagonizado un delincuente de Ciutadella, de 50 años de edad, quizás el que presenta la mayor relación de delitos de las últimas décadas puesto que ha pasado gran parte de su vida entre la prisión de Palma y la de Menorca a causa de numerosos robos. Permanecía en busca y captura, al menos desde el pasado marzo cuando no regresó a la prisión tras un permiso de salida.
El arresto culminó la operación de búsqueda de la Guardia Civil, a cargo de la Policía Judicial y de agentes de Seguridad Ciudadana, atendiendo a las tres requisitorias que había dictado el órgano judicial penitenciario. El acusado había logrado esconderse hasta el jueves, cuando acabó su fuga, aunque en una ocasión anterior logró escapar cuando ya estaba localizado y a punto estuvo de atropellar a una pareja de guardias.
Durante este tiempo se le ha relacionado con el robo de varios vehículos, algunos de ellos alquilados por familiares en establecimientos de rent a car. Con ellos se desplazaba de un lado a otro de la Isla y, normalmente, los automóviles no eran devueltos cuando finalizaba el periodo de alquiler. También se le asocia a otros robos en varios establecimientos y en una parroquia.
Para no ser descubierto por los guardias que andaban tras su pista al tenerle localizado, solía ocultarse entre el maletero y los asientos traseros. Así sucedió el jueves, por lo que los agentes que le seguían esperaron a que pasara por Es Mercadal para proceder a su detención e impedir que se fugara. Con ese propósito un vehículo de la Benemérita se situó por delante y le obligó a reducir la marcha a su paso por el pueblo. Entonces otros agentes atentos a la maniobra se aproximaron corriendo al vehículo del fugitivo y consiguieron bloquear las puertas traseras y el capó para evitar que saliera y huyera a la carrera.
En medio del asombro general de quienes vieron el arresto, acabó esposado y este mismo viernes fue devuelto a la prisión de Menorca debido a la orden vigente sin necesidad de que tuviera que ser puesto a disposición judicial. El familiar que conducía el vehículo también acabó detenido.