Condena de seis meses de prisión y pago de 5.267 euros por apropiación indebida, en concepto de indemnización a la empresa, es el castigo que recayó ayer por la mañana en el que fuera encargado de una tienda y taller de motocicletas, con sede central en Maó, y una delegación, también de taller y venta, en la calle Pau, de Ciutadella. Era en este local en el que había trabajado el hombre al que se juzgaba, entre los meses de febrero y diciembre del año pasado.
El abogado del acusado, Ignacio Florit, alcanzó un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal en los momentos previos al inicio del juicio celebrado en una sala del Juzgado Social de Ciutadella. Este acuerdo permitió rebajar el castigo inicial que había incluido el fiscal en su escrito de acusación, que se situaba en un año y seis meses de prisión, además del pago de la misma cantidad de indemnización.
El hombre admitió el delito que cometió durante su estancia en la empresa en dos periodos diferentes, condición indispensable para que se adoptara el acuerdo de conformidad.
Primero, entre los meses de febrero, cuando entró en la empresa, y noviembre, se quedó con 3.000 euros que debía entregar a un responsable de la empresa que se desplazaba periódicamente a Maó. Tampoco realizó los ingresos en la cuenta, sino que hizo suyas distintas cantidades que fueron regularizadas por la propiedad al desconocer los motivos del descuadre en la caja.
El acusado siguió con esta misma práctica ilícita hasta que la empresa le citó para una revisión de los ingresos. Su respuesta, por vía de correo electrónico, fue la de excusar su presencia indicando que entonces se disponía a disfrutar de su permiso por licencia matrimonial, lo que acabó dando origen a la demanda penal contra él.
El acusado eliminó varias facturar, por valor de 1.657 euros, con el propósito de ocultar cobros de clientes que los habían hecho en efectivo y así no tenerlos que reflejar en la contabilidad de la empresa.