La pericia y la determinación de dos bomberos del parque de Ciutadella, posiblemente, salvó la vida de dos jóvenes turistas italianos, de 21 y 23 años de edad, el miércoles al mediodía en Cala Pilar, cuando permanecían aferrados a una boya, a 200 metros de la orilla de la playa, sin posibilidad de regresar debido al fuerte oleaje y a las corrientes agravadas por el temporal de viento.
Los bomberos, igual que Salvamento Marítimo, recibieron el aviso a través del Servicio de Emergencias 112, al que habían recurrido los amigos de estos dos bañistas temerarios que veían, desde la playa, como aquellos no podían regresar a salvo.
Dado que la embarcación de Salvamento no podía aproximarse hasta su ubicación fueron los dos bomberos quienes valoraron la situación, agarraron sus equipos acuáticos, incluidos los trajes de neopreno, y se lanzaron al agua. «Había un oleaje grande, era imposible que pudieran volver por sí mismos», explica uno de los participantes en el rescate.
Cala Pilar es una playa con muchas corrientes, tanto de entrada como de salida al mar, y además carece de servicio de socorrismo. «Ellos no se atrevían a moverse de la boya porque no podían hacerlo», continúa el relato. «Hicimos un croquis de las corrientes, y uno de nosotros esperamos a tomar una de las que tenía dirección mar adentro, porque nadar en contra de ella era casi imposible». Así, el primer bombero pudo llegar hasta la ubicación de los jóvenes y rescatar a uno de ellos al que asió con fuerza para trasladarlo a la orilla, no sin dificultades. «Nadamos en diagonal para tratar de coger una corriente de entrada a la playa, y posteriormente hicimos lo mismo con el otro bañista».
Una vez en tierra, los dos jóvenes italianos se vivieron momentos de emoción por la angustia que habían pasado tanto ellos como sus amigos desde la arena mientras observaban, impotentes como nada podían hacer para llegar hasta ellos, lo que sí lograron los bomberos del parque de Ciutadella.
La operación de rescate se prolongó durante al menos dos horas con momentos de preocupación que, en todo caso, podían haberse evitado de no ser por el riesgo innecesario que tomaron los dos jóvenes italianos, naturales de Milán, quienes regresarán a su país tras haber superado un trance del que se acordarán toda la vida, en la misma medida de la gratitud que tendrán hacia los bomberos que les salvaron.
Johnny MenteroTINDRIEN QUE AVISAR EN ES TURISTES I NO TANT TURISTES QUE HI HA PLATJES QUE SON PERILLOSES, DE SES CORRENTS QUE NI HA MOLTES I TANTES I TANTES COSES QUE ES PODRIEN FER I NO ES FAN PER NO FER POR EN ES TURISTES PERO SLo dicho, hi ha moltes platjes perillos segions es dies i no veus cao cartell que indiqui res de res de res...A REALIDAT ES AQUESTA...