Un agente de la Policía Nacional, destinado en la Comisaría Local de Maó y fuera de servicio en el momento de los hechos, logró evitar una agresión de mayor gravedad ocurrida en la urbanización Cala en Porter. El incidente tuvo lugar cuando el agente, que paseaba con su pareja, presenció cómo un varón agredía físicamente a su pareja en plena vía pública.
Según el relato oficial, el agresor, un ciudadano de origen británico, empujaba y sujetaba con fuerza a su pareja cuando la hermana de la víctima intentó intervenir para frenar la agresión. Sin embargo, también fue agredida por el hombre, todo ello en presencia de los hijos menores de la pareja.
El policía se identificó como agente de la autoridad e instó al agresor a cesar en su actitud violenta. Ante la negativa del individuo a obedecer las indicaciones, el agente actuó junto a su pareja (no funcionaria de policía), utilizando la fuerza mínima imprescindible para reducirlo y contener la situación hasta la llegada de las patrullas policiales de refuerzo, que procedieron a su detención.
Tanto el agente como su pareja resultaron heridos durante la intervención. Ella sufrió la fractura de un dedo a causa de la agresión del presunto autor, y ambos precisaron atención médica.
La víctima declaró posteriormente que no era la primera vez que sufría agresiones por parte de su pareja, asegurando que tenía miedo de él.
La intervención del policía evitó una situación que podría haber tenido consecuencias aún más graves, especialmente considerando que los hechos se desarrollaron ante la mirada de dos menores. El detenido permanece a disposición judicial mientras se investigan los hechos.
Bravo per aquesta actuació, millor que la dels Agents de Policia a Ciutadella que es van apuntar recentment el nr de telèfon d'una noia que havia fet una gestió a Comissaria per assetjar-la -fets pels quals va ser condemnat en un Jutjat-.