El propietario de un taxi Toyota Corolla ha denunciado ante la Guardia Civil los destrozos que alguien causó en su vehículo durante la madrugada del sábado al domingo cuando lo había dejado estacionado en la parada de taxis del Arenal d’en Castell, junto al supermercado de Coves Noves, en la calle de Sa Marina.
El vehículo sufrió la rotura de sus dos espejos retrovisores, uno de ellos arrancado, además de la de los faros de la parte trasera, y la puerta derecha abollada por haber sufrido alguna patada.
El taxista desconoce por completo quién puede estar detrás de este acto vandálico que va a suponer un elevado coste de reparación para sustituir todas las piezas dañadas, además de la carrocería que corresponde a una de sus puertas, por encima de los 3.500 euros.
La Guardia Civil investiga los hechos para los que no se descarta que existiera alguna motivación particular por discrepancias en el gremio que hubiera inducido a alguien a ocasionar estos cuantiosos destrozos.
buhoTienes razón, menos cuando llevan clientes