Intentó besar a una empleada de un supermercado del Polígono de Maó y le agarró uno de sus pechos después de que esta le hubiese instado a que depusiera su actitud incívica. El hombre, en estado ebrio, deambulaba por la segunda planta consumiendo bebidas alcohólicas, por lo que fue reprendido por esta y otra trabajadora. A la primera, además, le tiró las gafas al suelo y se las rompió, y a la segunda, que acudió minutos después, le dijo «para ti también» y le propinó una palmada en el glúteo.
En el juicio celebrado ayer, el acusado, de 45 años y nacionalidad egipcia, aceptó la condena de conformidad pactada por su abogado y la fiscal, aunque en un momento mostró cierta reticencia.
Finalmente, con la atenuante de alteración psíquica, fue condenado a dos multas de 2.700 euros por dos delitos de agresión sexual. Las dos víctimas, que declararon tras un biombo para no ver al acusado, rechazaron la indemnización que solicitaba la fiscal para ellas.
Y esto le llaman algunos ''progreso''