Estamos cansados de escuchar que lo más importante, a la hora de prevenir enfermedades graves, es una dieta equilibrada y hacer ejercicio. Pues bien, cuando padecemos problemas de colesterol, tendemos a no asumir nuestra responsabilidad y es más fácil la rutina de la medicación que cambiar una tradición de malas costumbres, como pasarse con el azúcar, comer grasas saturadas, fumar y hacer una vida sedentaria.
¿Realmente, qué es el colesterol? ¿Quién lo produce?
El Dr. Sherif Shultan de la universidad de Irlanda dice que el colesterol es "una de las moléculas más vitales del cuerpo". El colesterol es un lípido necesario para el correcto funcionamiento de importantes funciones: interviene en la formación de ácidos biliares, vitales para la digestión de las grasas, los rayos solares lo transforman en vitamina D para proteger la piel de agentes químicos y evitar la deshidratación, a partir de él se forman ciertas hormonas, como las sexuales y las tiroideas.
El Dr. Shultan añade que: "Bajar el colesterol con medicamentos como prevención primaria de problemas cardiovasculares en personas de más de 60 es una pérdida total de tiempo y recursos" (British Medical Journal)
Creemos que el colesterol proviene de los alimentos que ingerimos. Los anuncios publicitarios sobre alimentos que nos ayudarán a combatir el colesterol, han hecho creer a mucha gente que el colesterol es algo presente sólo en la comida. Y esto es algo que resulta muy confuso. Es verdad que hay alimentos que lo contienen, pero el colesterol proveniente de la comida apenas tiene impacto sobre el que tenemos en el cuerpo.
El colesterol que circula por nuestra sangre no proviene de los alimentos, se produce en el hígado, y es sólo uno de los componentes, junto con el calcio y otros desechos, que podría obstruir tus arterias, provocando ataques del corazón y ciertos tipos de ictus.
¿Y Qué entendemos por "tener colesterol"?
Hasta hace poco los médicos medían de forma habitual el "colesterol total". Si los niveles de éste sobrepasaban los 200-220mg/dl te decían: "tiene usted colesterol". Por suerte ahora se tienen en cuenta los tipos de colesterol:
La sangre conduce el colesterol desde el intestino o el hígado hasta los órganos que lo necesitan y lo hace uniéndose a partículas llamadas lipoproteínas. Existen dos tipos de lipoproteínas: De baja densidad (LDL): se encargan de transportar nuevo colesterol desde el hígado a todas la células de nuestro organismo. De alta densidad (HDL): recogen el colesterol no utilizado y lo devuelve al hígado para su almacenamiento o excreción al exterior a través de la bilis.
Según esta interacción podemos hablar de dos tipos de colesterol: "Colesterol malo": el colesterol al unirse a la partícula LDL se deposita en la pared de las arterias y forma las placas de ateroma. "Colesterol bueno": el colesterol al unirse a la partícula HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea destruido.
¿Qué debemos hacer para no "tener colesterol"?
El problema del que cada vez están alertando más científicos es que las estatinas presentan una serie de efectos secundarios que es necesario tener en cuenta, como diversos problemas gastrointestinales, dolor de cabeza, insomnio y, lo más grave, afecciones musculares como la mialgia. Aún así, se recetan a diestro y siniestro.
Necesitamos comer de forma saludable, comidas lo menos procesadas posibles (especialmente plantas, aceite de oliva y frutos secos)
En 2006, un importante estudio realizado con 50.000 mujeres mostró que una dieta baja en grasas no logra proteger contra los infartos o los ictus. Esto hace que la comunidad científica se replantee si verdaderamente las grasas son las culpables de "tener colesterol". Debemos dejar de culpar a la grasa de nuestra mala alimentación y empezar a fijarnos en los carbohidratos y los azúcares.
Azúcar refinada, bollería industrial, se convierte en colesterol de mala calidad y nunca proporciona nutrición a nuestras células, debido a que durante el proceso de refinamiento los nutrientes como vitaminas, minerales, antioxidantes, aminoácidos y fibra que son necesarios para fabricar un buen colesterol son removidos de los alimentos, por lo tanto el colesterol fabricado es oxidado fácilmente y se pega a las arterias coronarias causándonos arterioesclerosis e infarto.
Todo importa, si fumamos, si somos sedentarios, si comemos bien Todo esto importa. La clave reside en tu salud en conjunto, no en un número escrito en una hoja de papel.
Bibliografía
Venero CV-"Lipid-lowering efficacy of red yeast rice in a population intolerat to statins (Am J Cardio. 2010 Mar;105(5):664-6 Thornley S, Tayler R, Sikaris K. Sugar restriction: the evidence for a drug-free intervention to reduce cardiovascular disease risk. Intern Med J 2012; 42 (Suppl. 5): 46-58. The Great Cholesterol Lie-Dr. Dwight Lundell 2008 Heart Surgeon's Health, Plan, LLC Barbara Roberts,'The Truth about Statins'Fundación española del corazón.
(Artículo publicado en el suplemento Vida Sana)