Si, valga la redundancia, el agua aguó la fiesta este viernes por la mañana, el Carnaval salió a flote por la tarde. La mayoría de los colegios tuvieron que suspender los tradicionales desfiles por culpa de la lluvia, aunque algunos se atrevieron pasado el mediodía a lucir sus disfraces por una ciudad en la que todavía se estaban dado los últimos retoques a la decoración, inspirada en el mundo marino.
Tras la experiencia positiva de los carnavales dedicados al lejano oeste y la Menorca Talayótica, el modelo de Carnaval temático sigue cotizando al alza en Ciutadella, cuyo eje central vuelve a lucir estos días con una decoración especial que ha vuelto a ser diseñada, fabricada y montada por el tándem artístico formado por Silvia Vivó y Pepe Mascaró. Ambos han apostado de nuevo este año por la Placeta des Be para su obra más espectacular, un pulpo gigantesco cuyos tentáculos se enroscan a la columna que sostiene al cordero.