Si cada año el 25 de agosto Ferreries vive un concurrido día de fiesta, este sábado lo fue incluso más. Dos factores contribuyeron a ello, el hecho de que la jornada en que se celebra el tradicional Jaleo d'ases cayera en sábado y que el día nublado no invitara a ir a la playa.
Una docena de asnos, cada uno de ellos con su correspondiente jinete y algunos de estos bien disfrazados, recorrieron durante buena parte de la mañana las calles más céntricas de la población.
Bien pasado ya el mediodía, los más pequeños, y los nos no tanto, disfrutaron de la refrescante fiesta de la espuma: el colofón a una intensa mañana que comenzaba a despedir Sant Bartomeu hasta el año que viene.