Dos pescadores aficionados estaban pescando tranquilamente con su embarcación, a apenas dos millas de la costa de Menorca, entre Arenal d'en Castell y Fornells, en una profundidad de entre 60 y 65 metros.
Era sábado por la mañana, sobre las 10,30 horas, cuando oyeron un fuerte ruido procedente del agua. No sabían exactamente lo que era. Hasta que se percataron de que era una exalación muy profunda. De repente vieron algo de lejos dos grandes ballenas y una que se acercaba. Volvieron al agua, y de pronto una gran ballena de más de 12 metros salió del agua, e hizo una vuelta a su barco. Después se marchó y desde lejos pudieron avistar a cinco o seis grandes cetáceos más.
Uno de los pescadores afirma que se trataba de varios ejemplares de Rorcual común (Balaenoptera physalus), también llamado ballena de aleta, una especie de cetáceo misticeto de la familia Balaenopteridae, y que hacían más de 12 metros. «Fue impresionante, nunca había visto nada igual, había avistado delfines, pero esto nunca fue impresionante», asegura.