Este lunes no fue una jornada cualquiera en Radical Tattoo. La actividad y el trabajo se multiplicaron en el estudio de tatuajes que dirige Juan Miguel Gomila en Maó, pero todo por una buena causa, la de recaudar fondos y echar una mano a los más necesitados, especialmente en unas fechas tan señaladas como las que se avecinan. Es por ello que se organizó una maratón que se saldó con una recaudación superior a los mil euros.
No es la primera vez que Gomila apuesta por una buena causa. De hecho ya había organizado en su negocio acciones similares, entonces para colaborar con las protectoras de animales. Este año consideró que había que recuperar el formato pero con un destinatario diferente, el proyecto Cadena de Favores, con el que colabora también desde sus inicios. De hecho, su negocio es uno de los puntos de recogida de alimentos, pero con el repunte de la covid estaba comprobando cómo el volumen de entregas se estaba viendo reducido.
Así, se aventuró a programar una maratón solidaria. En tres días, logró cubrir todas las citas disponibles. Ayer pasaron por Radical Tattoo cerca de una treintena de personas, entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, con tan solo una hora de descanso para comer al mediodía. «Estoy muy satisfecho con la reacción del público, siempre me sorprenden positivamente. Sin ellos la maratón no tendría sentido», confesaba el tatuador ayer por la mañana entre trabajo y trabajo.
Tatuajes sencillos y no de grandes dimensiones, tal y como se avisaba en la convocatoria, ya que el objetivo era alcanzar el mayor número de diseños posibles. «Está siendo un día de trabajo intenso, pero la verdad es que lo hago con mucho gusto», reconocía.
Una acción canalizada a través de Cadena de Favores y como es habitual en estos casos con la colaboración de Cruz Roja, entidad humanitaria que se encargará del reparto de los alimentos adquiridos con el dinero recaudado. Bienes de primera necesidad que se adquirirán en Binipreu, supermercado que también ha querido colaborar con la causa aplicando un descuento a la cesta de la compra.
«Me gustaría dejar claro que es algo que hacemos entre todos», puntualiza Gomila, quien por la tarde pudo reforzar el ritmo de trabajo gracias a la incorporación de un compañero. «Yo soy un autónomo, no una gran empresa. Y si este año he conseguido algo positivo con esto, el año que viene podría hacerlo cualquier otro», señala el pequeño empresario. «De lo que se trata es de crear conciencia, de solidarizarse con quienes más nos necesitan y tener un poco más de empatía para que podamos entre todos pasar las fiestas de la mejor manera posible», añade.
Así, el tatuaje ha jugado su papel como gancho para una buena causa. Un producto artístico que, al igual que en el resto del mundo, viven un muy buen momento a nivel comercial. «Llevo 25 años en este sector y siempre he oído hablar que se trata de una moda, pero para mí es una filosofía que cada vez está más arraigada», concluye Gomila.
Desde Cadena de Favores, una de sus directivas, Maria Prieto, destacaba el hecho de que, gracias a iniciativas como la de Radical Tattoo, entre otras, «estamos contribuyendo a hacer un mundo mejor».