La empresa española Umiles New Concept by Tecnalia presentó este viernes en el ParcBit de Menorca su proyecto de aerotaxi, mediante un dron eléctrico, para realizar vuelos interislas. Su CEO, Carlos Poveda, afirmó que «esta tecnología de transporte sostenible estará operativa en cinco años». El objetivo es realizar un plan piloto en Menorca para unir Maó y Ciutadella, cuyo trayecto con este dron, con capacidad para dos personas, duraría alrededor de veinte minutos y su coste rondaría entre los 30 y 40 euros por pasajero.
«Con una infraestructura adecuada de helipuertos podremos movernos entre islas y con la Península a bordo de un dron eléctrico sostenible», explicó Poveda en la presentación, en la que estuvo acompañado por Javier Coleto, director comercial de Tecnalia. En el transcurso de Expodrónica, la feria más importante de Europa dedicada a los drones, que se realizó en noviembre en Ifema en el marco del World ATM Congress en Madrid (España), Carlos Poveda explicaba que «se trata de un desarrollo 100 % español. Es la primera aeronave fabricada en España con talento y capital español».
El CEO puntualizó que la versión acabada va a participar en mayo de 2022 en tres proyectos europeos que reúnen a los principales actores del sector para hacer pruebas de vuelo con el objetivo de conocer cómo podemos integrarla en un espacio aéreo de forma segura. «Paralelamente, con la aeronave Integrity haremos pruebas de capacidad para transportar hasta seis personas en distancias de 300 kilómetros, lo que va a permitir realizar un transporte de pasajeros en el corto alcance», añadió.
Tal y como reincidieron ambos directivos, «nuestro propósito es la mejora de la calidad de vida de las personas mediante el desarrollo de transportes sostenibles para cualquier persona y en cualquier parte del mundo. En este contexto nace la aeronave Umiles New Concept, cuyo fin es optimizar el transporte dentro de los núcleos urbanos y así mejorar el creciente problema de la movilidad dentro de las ciudades alrededor del planeta».
La aeronave está formada por una cabina aerodinámica propulsada por cuatro drones colocados en la parte superior e inferior de la cabina que permiten su desplazamiento. El vuelo puede alcanzar una altura de entre 100 y 300 metros, pudiendo llegar a 800, siempre asegurando los estándares de seguridad y de la mano de la evolución de la legislación vigente.