Han sido días de fiesta, color y desenfreno. Menorca ha vivido y disfrutado del Carnaval como tocaba, después de dos años convulsos, pero este martes, el darrer dimarts, llegó el momento del adiós. Una despedida que tuvo lugar como manda la tradición, con el luto y el humor que destilan la lectura de los testamentos de personajes tan populares como Camestortes, Bernat Figuerola o Carnestoltes.
Maó
Poco después de caer el sol comenzó a oficiarse el entierro de Camestortes, con la partida del séquito fúnebre desde el Orfeó Maonès con dirección al Ayuntamiento, donde se instaló el velatorio. Allí se procedió al reparto de recordatorios del difunto que sirvieron para el posterior sorteo de regalos una vez leído el testamento.
Este se dio a conocer después de que la comitiva funeraria se trasladara hasta la Plaça Esplanada. Allí se advirtió que «es finat era un senyor, tot i fer molts de pecats; es doblers té tots gastats i n'hi ha poc per repartir». Avanzó el notario que el testamento es «original i extraordinari; i sortirà pes Diari, si es seu director ho veu bé». Un documento que, si bien como anticipaba, no iba a dejar muchos bienes, sí que estuvo cargado de mensajes repletos de ironía.
En sus últimas voluntades, Camestortes dejó recados para un buen número de personas. Entre ellas, la presidenta del Consell: «Escoltau lo que pregon, que és amor sense fissura. Un regal ple de formosura a na Susana Mora don una nova criatura, que és lo més polit del món».
El fallecido también se acordó del primer edil de la población. «A n'Héctor, batle de Maó, ses claus de s'Ajuntament i una estada a Marivent, per si li surt tot rodó i per si li fa il·lusió sa vara, per si renova, que ja ha estat quatre anys a prova i ha demostrat eficàcia; i perquè vagi gros a Gràcia li deix una guiterra nova».
Un discurso en el que incluso hubo espacio para mirar a los municipios vecinos: «Som antic i un poc carca, però vull ser generós i deixaré tres ascensors i una embarcació de marca per si, as Castell, es pescadors dalt es pis volen sa barca», dejó escrito el difunto en relación a una de las noticias que más han trascendido en lo que va de año fuera de las fronteras de la Isla.
Alaior
La tristeza disfrazada y la ironía también fueron protagonistas en Alaior, donde la población lloró la pérdida de una de sus ilustres figuras, Bernat Figuerola. Acompañada por la Banda de Música Juvenil, la comitiva fúnebre partió del Ayuntamiento hasta Sa Plaça, donde los notarios de este año, Xiscu Patater y Benet Cara, se turnaron para leer las últimas voluntades del fallecido.
En un año electoral, la política no podía faltar en el testamento: «Una pistola i una bala i del trenta-vuit dos canons, setanta bosses de xiurons i els escalons d'una escala una gaveta i una pala i vint capses d'optalidons perquè ara venen ses eleccions i ja hi ha nirvis dalt la sala».
El Ayuntamiento recibió una de cal y otra de arena. Por un lado 200 kilos de cemento para que dejen bien bonitas todas las calles y también una crítica: «... molta promoció cultural però fan lo que els hi convé, ho tenc que dir sino rebentaré i que ningú s'ho prengui a mal sense sa piscina me moriré ni tampoc sala multifuncional».
Antes de que se procediera a la cremación, salieron bien parados algunos de los vecinos más célebres de la localidad, con regalos para que Pau Sintes pueda llegar a ser el mejor cocinero del mundo y la palista Gemma Triay continúe siendo la número uno. Bernat Figuerola también tuvo unas palabras de recuerdo para Joan Llarg, sobre quien dejó escrito que «prest mos veurem al cel».
Sant Lluís
El blanco y el negro fueron los colores que predominaron en la despedida de Carnestoltes, que se ofició en la Sala Albert Camus, donde se leyó un testamento con varias perlas, alguna demoledora: «Es ‘mamotreto» que hi ha a s'entrada (i no és s'Era), amb lo polida que era i se la van ben carregar, deix compressor i una cullera per sa Tanca poder tirar», dejó escrito.
El fallecido dejó constancia de que, en el municipio, «lo des bars és cosa sèria, estan tancats mesos sencers, Sant Lluís sembla Sibèria no hi ha vida pes carrers, deix ‘xiringuitos' de ‘fèria' a qui tot s'any prepari cafès». Y tampoco pasó desapercibido para Carnestoltes que este año habrá que pasar por las urnas: «A sa gent de dalt la sala vitamines vull deixar, tothom està tocat d'ala i vos podeu preparar, que ses eleccions embala a tothom que vol guanyar». Y como colofón, un consejo: «Jo que d'anys en tenc a cents: no ‘perdegueu' mai es temps que no torna quan se'n va».