Este año el GOB ha tenido 200 entradas de polluelos huérfanos, de distintas especies de aves, que solo gracias a la ayuda de los voluntarios se pueden criar y salvar para su reintroducción en la naturaleza.
Diez jóvenes búhos, de solo dos o tres meses de edad, fueron liberados este miércoles desde El Toro por sus adoptantes. Es un acto feliz para los animales y las personas, un «homenaje», explica Tòfol Mascaró, coordinador de la entidad ecologista, a los voluntarios, «sin ellos no podríamos hacer este trabajo».