Entre las muchas exposiciones que acoge la Isla durante la temporada estival hay una que sin duda destaca por su originalidad, colorido y accesibilidad. Es difícil pasear por el centro histórico de Ciutadella y no toparse con una de las muchas creaciones que forman parte del festival de Street Art que organiza la entidad comercial Ciutadella Antiga.
Una propuesta que acumula ya once ediciones y que se sostiene sobre una exitosa fórmula que ha convertido la iniciativa en una de las favoritas de los locales y un gran atractivo para visitantes. Una galería al aire libre que comienza a tomar forma una vez pasan las fiestas de Sant Joan y cuyo work in progress se extiende durante todo el mes de julio. La treintena de propuestas que se han seleccionado para este verano ya lucen conjuntamente para protagonizar la que sin duda es una de las grandes muestras de la temporada, que todavía tiene mucho recorrido por delante, ya que la previsión es que se mantenga hasta el mes de noviembre.
Una de las varias intervenciones con mensaje de Julieta Oriola | Ciutadella Antiga
Color y mensaje
Se trata de una iniciativa que cuando arrancó lo hizo con la filosofía de que los participantes se sirvieran de diferentes rincones de la ciudad para dar forma a unas obras con las que decorar el entorno y de paso intentar sacar una sonrisa al espectador. Una idea que aún perdura y que en algunas ediciones convivió con propuestas de carácter más reinvindicativo y que dieron mucho que hablar a pie de calle, como la que sacaba a colación el papel de la mujer en las fiestas de Sant Joan.
Tras varias ediciones más tranquilas en los últimos tiempos, este año ha habido una intervención que ha llamado más la atención por el irónico mensaje que por la dificultad técnica de su ejecución. Estamos hablando del proyecto presentado por Julieta Oriola y su visión del mundo inmobiliario. Una colección repartida por diferentes rincones de la que podemos tomar como referencia el texto de uno de los carteles: «Se vende. Singular desagüe. Se reformó para conservar la esencia de los típicos desagües de pueblo. Ideal en los meses de verano. Una oportunidad única».
Una intervención que comparte protagonismo con propuestas mucho más coloridas, sorprendentes e imaginativas, que se pueden encontrar tanto en el pavimento como en lo alto de la fachada de un edificio del casco antiguo.