La ermita de la Asunción, situada en núcleo residencial de Sa Farola de Ciutadella, en la bocana del puerto, ya cuenta con nueva campana, para la que se han utilizado materiales reciclados.
Han transcurrido cinco años desde que se registró el robo de la campana que había sido colocada durante la construcción de esta iglesia, en 1950.
La nueva campana ha sido financiada e instalada por los vecinos y residentes de Sa Farola, contando para ello con la ayuda y la dirección de la parroquia de la Catedral.
Se ha optado por un bronce de calidad sonora y un yugo artesanal, ambos reciclados; y un mecanismo que posibilita que la campana pueda voltear o bandear, accionada de forma manual desde el interior del templo, mediante una cuerda, como ha sido tradicional durante siglos.
Esta bella y sencilla ermita de Sa Farola es emblemática y muy querida por los vecinos. A partir de ahora su espadaña ha quedado, de nuevo, completa con la nueva campana.
Bendición
Este próximo lunes, 14 de agosto, vigilia de la fiesta de la Asunción de la Virgen María, se celebrará la eucaristía, a las 19.30 horas, con los vecinos, antiguos residentes e invitados, como viene siendo habitual cada año.
En el transcurso de la misa será bendecida la nueva campana y, a continuación, se celebrará un encuentro. Consistirá en una cena popular, con las aportaciones culinarias de los residentes en Sa Farola, que se esmeran en aportar y compartir la exquisitez de sus especialidades menorquinas.
Casas de veraneo
En torno a la playa de Sa Farola, también conocida como sa caleta des frares, situada a apenas dos kilómetros del centro urbano, ya se habían construido durante el primer tercio de siglo XX varias casas, con diferentes tipologías arquitectónicas, dedicadas al descanso y ocio veraniego de familias de Ciutadella.
Después de la guerra civil continuó la edificación de estas construcciones que acabaron conformando la denominada entonces ‘colonia de la Asunción' por la ermita levantada en 1950 bajo esta advocación.
Esta iglesia era el punto de encuentro de los residentes, amigos y familiares que acudían a la Eucaristía que se oficiaba los domingos y festivos durante el verano.