Sara Agramunt y Ana Pedraz se conocieron durante su etapa de formación en la Escola d'Art Dramàtic de Menorca. Cuando terminaron sus estudios, decidieron aunar esfuerzos y ello se tradujo en el nacimiento de una compañía, La Revoluta Teatre, lo que viene a ser el resultado de dos personas apasionadas por las artes escénicas y, también, el medio ambiente.
Una curiosa propuesta que surgió, en parte, de la relación que ambas tienes con amigos que son biólogos y conocidos que trabajan en el Obsam y el Institut Menorquí d'Estudis. Probaron suerte con esa fórmula a través de un primer espectáculo, «Plastic Free Airways», sobre un futuro libre de plásticos, y la cosa funcionó. Desde entonces, la revolución artística de Agramunt y Pedraz no ha dejado de crecer.
El tema medioambiental ha sido el punto de partida, «pero nuestra vocación es que el proyecto esté abierto a cualquier tema», explica Pedraz, quien define el tipo de teatro que hacen como «ecosistémico». En otras palabras, la idea sobre la que pivota el proyecto «es que una temática que nos mueva, ya sea medioambiental o social, la queremos cultivar como si fuera un sistema vivo».
Explican las responsables de La Revoluta Teatre que «hay una brecha» entre el conocimiento científico y cómo este llega a la población. «El mundo científico», continúa Agramunt, «está buscando herramientas de divulgación porque parece como si solo hablaran entre ellos». La experiencia de esta compañía demuestra que una de las vías válidas para conectar con el público en ese campo es un escenario: «Al final consigues que la gente salga del teatro entendiendo cuatro cosas sobre el fondo marino», resumen.
Arte dramático, un poco de ciencia y el humor como elemento de cohesión para trasladar el mensaje. «La verdad es que el proceso también resulta muy cómico, un trabajo en el que nosotras mismas nos planteamos como humanizar a un alga o una planta... Realmente resulta gracioso, además de un reto», añade Pedraz.
Además del espectáculo «Plastic Free Airways», La Revoluta tiene en cartera otro espectáculo que lleva por título «No solo posidònia», que definen como «una intervención artístico teatral» sobre las especies vegetales más importantes del Mediterráneo. El último montaje en sumarse a su repertorio es «Biosfera Lab». «Nos parece que Menorca es un laboratorio para un montón de cosas y también para este tipo de teatro», defienden desde la compañía.
Una propuesta que ya ha echado sólidas raíces y que se prepara para dar el salto al resto del Archipiélago y cubrir un hueco, el de la divulgación en el campo artístico, para el que han encontrado una fórmula y también público interesado.