En abril de 2004 en plena Semana Santa se estrenaba aquí y en toda España, precedida de una aureola insólita, la película de Mel Gibson sobre los últimos días de Jesús. El público en pleno la convertiría en un éxito fulminante, a pesar de que para muchos tenía elementos, su carácter descarnado, casi insoportables para el espectador.
Pese a ello, la crítica fue amable con esta producción, una de las películas que han destacado sobre los últimos días de Jesús. El «pater» de la idea del Film, Mel Gibson, celebraría el récord de taquilla y su repercusión mundial.
Después de esta película, con escenas tan extremadas y violentas, no se ha vuelto a filmar otra sobre este tema histórico y religioso, pero son muchos y prestigiosos nombres de la industria del cine los que a lo largo de los años han dedicado sus esfuerzos a plasmar en imágenes a Jesucristo. Aunque según algunos «entendidos», no se ha realizado una biografía que convenza a todo el mundo.
En 1927 fue el polifacético Cecil B. DeMille que le puso rostro por primera vez en «Rey de Reyes» con un protagonista con polémica, pero que se convertiría en un gran éxito. La copia restaurada se puede ver en su edición original.
Fue Julien Duvivier que filmaría en 1935 una joya del cine llamada «Gólgota», con imágenes realmente apasionantes. Aún siendo una gran película, es difícil de visionar ya que no hay plataformas en este momento que la tengan en explotación.
34 años después de la película de DeMille, el inquieto director Nicholas Ray, con un legado como «Johnny Guitar» y «Rebelde sin causa», creyó que otro «rebelde» sería necesario en los años 60 para convencer al público de la necesidad de conocer más a fondo y dar más realismo a la figura de Jesús, ideando el mismo una nueva versión de «Rey de reyes» (1961) filmada en super panavisión y buscando el patrocinio de un productor que convertiría a España en un nuevo Hollywood con un despliegue de elementos y elenco interpretativo y en plan superproducción. La película tenía sus pros y contras, pero tuvo muy buena acogida en el mercado norteamericano. Aunque no tanto en otras latitudes.
Dos años después llegaría otra con más potencial y en la mayor de las pantallas. En Cinerama se proyectaría una película como rezaba su publicidad rica en belleza y espiritualidad, «La historia más grande jamás contada» (1965), con un reparto jamás conseguido, aunque las grandes estrellas solo aparecieran tres minutos en pantalla. Su total fracaso en taquilla debido tal vez a su larga duración, más de tres horas, no recompensó el esfuerzo titánico de su productor y director George Stevens, que necesitaría de la colaboración de otro grande como David Lean, no acreditado en la producción.
Sería un marxista y ateo confeso, Pier Paolo Pasolini, quien en 1966 sorprendería al mundo dedicando su film a la figura de Juan XXIII y a juicio de muchos críticos por ahora la mejor versión sobre la vida y pasión de Cristo en «El Evangelio según San Mateo», así se llamaría en España esta película relegada a circuitos especiales tanto como la proyección aquí en Mahón, que se exhibió en Cine Club.
La estampita sobre el tema la realizó otro italiano, Franco Zeffireli, rodando la más extensa de todas, sobrepasando las 8 horas y construida como serie, pero estrenada en cine en dos partes «Jesús de Nazaret» (1977), aunque no fue exactamente todo el drama del personaje. Y la banda sonora del film sería de colección de casi todos los hogares.
Y llegados a 1988, la polémica se desataría y de manera de vértigo para todos los cines donde se estrenaría la controvertida «La última tentación de Cristo», de Scorsese, llevando al fanatismo más insólito con rezos y repulsas hacia la película. Pero tampoco fue la exacta película sobre la figura más emblemática y que más veces ha sido proyectada sobre las pantallas del cine. ¿Tendremos alguna otra vez después de estos 20 años de «La Pasión de Cristo», algún avispado productor que filme una producción sobre este héroe por excelencia de las escrituras evangélicas?
El tiempo dirá…