Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:

El Joc des Caixó lucha por su supervivencia

Aficionados a este juego comparten partidas periódicamente y celebran un acto divulgativo

De izquierda a derecha, Toni Cardona, Cata Seguí y Aton Rodríguez, tres practicantes habituales del Joc des caixó, posan junto con un par de tableros. Abajo, en plena partida | Foto: Gemma Andreu

| Maó |

Se trata de un juego cuyo origen se cifra en oriental, que en Maó ha sobrevivido como una suerte de herencia cotidiana, de generación en generación, traspasando la frontera de los siglos –cuando la dominación británica y francesa, en el XVIII, ya se había establecido aquí.

Pero como ocurre con la inmensa mayoría de praxis tan remotas, su presente es complicado y su futuro, incierto. Referimos, quizá alguno de ustedes ya lo habrá advertido, al Joc des Caixó, un juego de mesa en el que prima la estrategia, y que en la mañana de este sábado, entre los muros del Museu de Menorca, quizá el enclave idóneo para impulsar una iniciativa de este perfil, disfruta de una jornada que no alberga más motivación que incrementar su proyección.

Así lo admiten Catalina Seguí y Aton Rodríguez, grandes aficionadas y practicantes del Joc des Caixó, quiénes de la mano del Museu se han encargado de organizar y gestionar esta demostración-exhibición que reunirá en el marco del Día Internacional del Juego a nueve practicantes con experiencia y conocimiento y una treintena de principiantes (la asistencia para el espectador es libre y gratuita).

Ambas comparten tablero y partida cada lunes en el Bar Nou, en el centro de Maó, donde además despiertan cierta expectación. El martes suelen repetir en el Casino La Unión ‘Es Dinaret’, que localiza en la misma finca. Son, cuanto menos, dos grandes garantes de una práctica que les fue transmitida por sus respectivas madres y abuelas. «Es un juego con mucha tradición, no queremos que se pierda y de momento lo estamos consiguiendo», coinciden las dos, también con el anhelo de poder ejercer de eje emisor para con la futura generación.

Origen

«En la Isla hemos constatado que solo se ha conservado en Maó y en parte de Es Castell. En Es Grau también se jugaba bastante. Y su origen es oriental, de hecho he visto jugarlo en las calles de Jerusalén. Consta de unas normas, que si no son iguales, sí muy similares a las que se indican en las partidas de Alfonso X El Sabio», desmenuza Cata Seguí con una explicación que por elevación desvela que en el siglo XIII el Joc des Caixó ya contaba adeptos entre las elites de la corona castellana.

«En Lorca y en algún pueblo valenciano también se juega. Un primo mío me hizo llegar las instrucciones, que con algún matiz, son muy parecidas a las de aquí. Se trata de llegar al otro lado del tablero y evitar que lo haga el rival», precisa por su parte Aton Rodríguez.

En la Isla también se popularizó en su momento como las cenes y el jaquet, otras formas de denominación para un divertimento que en ningún caso cabe confundir con el backgammon si bien su tablero de juego es casi un émulo al que se da uso en el Joc des Caixó.

Que por cierto, ese es otro de los factores que dificulta una mayor exposición; lo complicado que es encontrar un tablero que antaño «fabricaba un ebanista». Eso sí, a modo de sucedáneo, el utilizado para el citado backgammon puede salvar del apuro.

En ese marco, Cata Seguí evoca una jornada, relativamente reciente, que se convocó entre alumnos del IES Pasqual Calbó, para dar a conocer la praxis. Eso derivó, lógicamente, en enganchar a algunos millennials a partir de posteriores talleres, como también en la creación de varios tableros o cajones, que además permitirán dar salida a la jornada de este sábado en el Museu.

«Es que, o lo heredabas o te quedabas sin él. Además, se constituían de madera de calidad, como ébano. Ahora no encuentras un ebanista que te lo haga», descubre Seguí al respecto. Y añade su amiga y compañera de partidas, «que se hayan conservado algunos tableros ha sido gracias a las mujeres, ellas solían jugar en casa», mientras que los hombres lo hacían, como procedía en épocas pretéritas, «en el casino o en el bar, donde incluso se celebraban campeonatos».

De la documentación e información que se ha podido recopilar da cierta impresión de que era una práctica muy estilada entre la ‘gente bien’, pero Seguí replica que también «entre la clase media» el Joc des Caixó tuvo su calado. Y no poco grado de divulgación, sobre todo en la etapa ‘pretelevisión’.

«Incluso si una mujer estaba enferma, sus amigas iban a su casa para acompañarla y jugar. Y casi todo hogar de Maó tenía su tablero, no era necesario transportarlo», conceden Cata Seguí y Aton Rodríguez.

Por último, y según subrayan ambas y desde el Museu de Menorca, la jornada de este sábado, aconsejable tanto para jugadores experimentados como para neófitos o desconocedores del Joc des Caixó, ya cuenta con sus partidas cerradas y por el momento se ha programado como una actividad puntual, aunque en función de la respuesta de la gente, no se descarta repetir. El Joc des Caixó, una práctica eterna.

El apunte

Un tablero de madera, dos jugadores y tres dados

El Joc des Caixó confronta a dos adversarios por partida. Se juega en un tablero o cajón de madera, muy parecido al que se utiliza en el backgammon –aunque tiene normas diferentes– y con tres dados, que son los que dictaminan el número de movimientos a ejecutar por parte de cada jugador. El objetivo del juego es alcanzar el lado opuesto del tablero a través de sus bordes, y a su vez, evitar la progresión del rival. «Exige concentración y estrategia, y es agotador», aseguran tanto Cata Seguí y Aton Rodríguez, dos de las jugadoras más relevantes del panorama insular.

2 comentarios

Menorquín viajero Menorquín viajero | Hace 7 meses

Veiam, jo aqui veig un tauler idéntic a del backgammon i amb es mateixes fitxes, amb un dau adicional. Algú pot explicar les diferencies de com s'hi juga?

user Pedro Salord | Hace 7 meses

a Calós hi juguen, i els alumnes enguany han apres a jugar

Lo más visto