El Coro de Pueri Cantores de La Catedral de Menorca ha vivido una experiencia inolvidable participando en el 45 Congreso Internacional de Pueri Cantors, celebrado del 16 al 20 de julio en Múnich, Alemania. Bajo el lema «Cantate Domino, Cantad al Señor», más de 4.500 niños y jóvenes de 18 países se reunieron para cantar, convivir y proclamar un mensaje de paz a través de la música.
El coro, dirigido por Cristina Álvarez, con el acompañamiento al piano de María del Mar Vidal, la presencia de la presidenta de la federación local Sili Mora y guiados espiritualmente por el consiliario Joan Camps, ha representado la voz menorquina en este gran evento internacional. Los representantes menorquines se unieron a otros coros procedentes de todos los continentes para cantar juntos en las iglesias históricas de Múnich, compartir talleres multiculturales, rezar por la paz y hacer resonar nuestras voces en las plazas y rincones de la ciudad.
Europa tiene voz menorquina
Uno de los momentos más especiales y emotivos fue, sin duda, el Festival de las Culturas, donde el coro de La Catedral fue seleccionado como representante oficial del continente europeo. Este reconocimiento no fue casual: fue otorgado por la federación internacional del congreso en base a su trayectoria consolidada, el equilibrio y fuerza del grupo coral, el más numeroso de Europa en esta edición, y también nuestro alto nivel de ejecución musical demostrada en anteriores congresos.
Esta elección, indican desde el Obispado, «representa un orgullo inmenso para Menorca y para todos los que hacen posible la existencia del coro, que además se vio reforzado por la unión con el Coro Cadenza de Ciutadella, que se sumó a nuestra expedición». La actuación hizo vibrar a Marienplatz con la pasión y la energía de nuestra tierra, y fue uno de los momentos más aplaudidos y recordados del congreso.
Otro de los momentos más intensos espiritualmente fue la participación en las plegarias por la paz en la Frauenkirche, donde elevamos nuestros cantos de esperanza por un mundo mejor. También disfrutamos de momentos emocionantes como el concierto que hicimos junto a Waseburg rodeados de un salón histórico y demás momentos que hicieron que el viaje fuera una experiencia inolvidable.
Desde el Obispado explican que «este congreso no sólo ha sido un gran encuentro musical, sino también una escuela de valores, convivencia y apertura. Nuestro corazón vuelve a Menorca con el alma llena, enriquecido por las nuevas amistades, los aprendizajes compartidos y la certeza de que la música tiene el poder de transformar y unir. Queremos expresar nuestro agradecimiento a la organización internacional, a la Federación Española, y a todas las familias e instituciones que han hecho posible nuestra participación. Nos llevamos una vivencia que perdurará en nuestra memoria y en nuestros corazones para siempre».
... puntualicemos que la convivencia es un valor, la apertura a los demás es otro valor... pero la fe cristiana no es ningún valor, es una creencia y punto...