Los jóvenes marineros italianos en fase de instrucción que han pasado un par de días atracados en el puerto de Maó fueron protagonistas inesperados durante las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia. Decenas de ellos acudieron a presenciar varios de los actos del programa festivo y lo hicieron vestidos con sus uniformes al completo, en azul y blanco, sombrero y espadín, corbatas y relucientes botones.
Esta formalidad conjuntada destacó de forma notoria entre los informales atuendos del resto de personas que llenaban las calles de forma totalmente desinhibida, por lo que despertó la curiosidad de muchos de los que disfrutaban de las fiestas. Algunos de estos les preguntaban sobre su procedencia y el motivo de tanta elegancia. Ellos respondían con amabilidad, superando la barrera del idioma sin ningún tipo de problema.
Los tripulantes del «San Giusto» y el «Palinuro» interactuaron con residentes y turistas ‘convencionales’ durante actos como la qualcalda, los jaleos, las visitas al mercado gastronómico o las verbenas nocturnas. No tuvieron, varios de ellos, reparos a la hora de dejarse fotografiar en compañía de personas que acababan de conocer y que requerían su atención, inmersos en el ambiente festivo que llenaba la ciudad, algo propio de su todavía corta edad.
manu menorcaTen en cuenta que representan a su País y deben ir con la uniformidad completa al igual que lo hacen los marinos españoles cuando atracan en puertos extranjeros. Además los espadines no tendrán punta y no serán cortantes y son solo de atrezzo.